El congelamiento de precios es una medida “parche” para combatir solo la punta del gran iceberg que constituye la inflación”, afirmó Roberto Destéfano, exdiputado porteño (PRO) y actual miembro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas. Señaló que “esta medida no es sostenible en el tiempo y saber que su horizonte temporal es tan limitado, lleva a cuestionarse qué sucederá pasados los 60 días y a temer por un rebote en los precios”.
“Al ser una medida tomada en medio de un contexto inflacionario y siendo solo acotada a parte de la cadena productiva, sobre determinados rubros y comercios (grandes supermercados), hace que sea inevitable predecir la escasez de algunos productos”, continuó Destéfano.
“Una política aislada, sin estar acompañada de una política monetaria y fiscal acorde, raramente puede tener éxito. Es imposible ignorar, por ejemplo, el crecimiento de la base monetaria (en 2012, creció casi 40%, mientras que en 2011 cerca del 30%)”, afirmó.
También entendió que “difícilmente los sindicatos variarán su postura en las paritarias por un congelamiento de precios acotado, teniendo como antecedente un índice de inflación alrededor del 25%, y un aumento del mínimo no imponible del 20% del impuesto a las ganancias”.
“En toda la historia económica argentina los acuerdos de precios han fracasado por no ir acompañados de un programa integral para estabilizar la economía y retomar el crecimiento”, concluyó Destéfano.