Convocados por la Asociación de Abogados Laboralistas, dos mil personas advirtieron sobre las maniobras del gobierno que intenta "hacer un lavado de cara a la Corte, para que, finalmente, nada cambie".
Al ritmo de los cacerolazos y bocinazos, los participantes de la protesta acusaron de "Supremos y Corruptos" a los miembros del máximo tribunal, a la vez que advirtieron que para que haya justicia en la Argentina, "debe irse la Corte Suprema".
Mientras algunos magistrados abandonaban el edificio, que estaba custodiado por unos cien efectivos de Gendarmería Nacional, pertrechados con armas lanzagases, escudos y bastones, integrantes del gremio judicial, particulares y Madres de Plaza de Mayo hicieron oír sus reclamos.
Las pancartas decían entre otras cosas, "pusimos el dinero en el banco para que lo cuiden, no para que se lo roben" y una gran bandera con una figura de la justicia con los ojos mal vendados que apuntaba "Argentina reclama justicia, fuera la Corte Suprema."
"Si estos jueces no se van por vergüenza, tenemos que tomar el Congreso y que no haya más leyes hasta que no se vaya la Corte. Porque lo que está claro es que los legisladores se sirven de la Corte y entre ellos se dan la mano," acusó la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
En la manifestación también se escucharon reclamos de "un país más serio" y agravios a los ex presidentes Carlos Menem y Fernando de la Rúa.
Además, se vivió un momento de tensión cuando un pequeño grupo de manifestantes intentó avanzar sobre las escalinatas del Palacio y los Gendarmes cerraron compactas filas para impedirlo. Sin embargo, no hubo hechos de violencia.