Tras el almuerzo que mantuvo con el flamante Papa Francisco, Cristina Fernández de Kirchner brindó una conferencia de prensa y dio los pormenores del encuentro con el sumo pontífice. “Me agradeció que venga a almorzar con él, lo que destaca mucho uno de sus rasgos instintivos: su sencillez”.
Durante su exposición, la mandataria argentina se refirió a Jorge Bergoglio como “nuestro papa”, según ella “no porque sea argentino, sino porque comparte con todos nosotros su fe en Dios”.
“Siento su declaración como una deferencia al conjunto del pueblo argentino”, confesó la Presidenta.
Además, Fernández de Kirchner contó los detalles de los regalos que se intercambiaron con el cardenal y sostuvo: “Me hizo un regalo casi íntimo y personal: una rosa blanca en representación de Santa Teresita”.
Con respecto a la comida que compartió con el jefe de la Iglesia católica, la mandamás argentina detalló que se abordaron varios temas: la cuestión Malvinas, la lucha contra la trata de personas y el trabajo esclavo y el rol de Latinoamérica en el mundo.
La jefa de Estado, quien recordó el exitoso arbitraje de Juan Pablo II para evitar un conflicto armado entre Argentina y Chile en 1978, expuso: “Abordamos un tema muy sentido para el país, la cuestión Malvinas. Le pedí su intermediación para lograr un diálogo entre las partes”.
En este sentido, Fernández de Kirchner manifestó que cree “imprescindible que todos los países del mundo comencemos a cumplir con todas las resoluciones de Naciones Unidas”.
Por otro lado, la Presidenta relató: “Hablamos del rol de Latinoamérica. Utilizó el término `patria grande´ y me conmovió. Él sacó el tema de conversación y destacó el trabajo conjunto de los presidentes de la región”.
En tanto, la mandataria aseguró que se habló de un tema “que a él siempre le interesó y que para nosotros constituye una política de Estado: la lucha contra la trata de personas y el trabajo esclavo”.
Para finalizar, la mandamás argentina adelantó: “Lo invité a visitar el país. Manifestó que va a revisar su agenda y lo va a consultar con sus colaboradores”.
“Lo vi sereno, seguro, en paz y tranquilo”, cerró Fernández de Kirchner.