El Gobierno porteño presentó ante la Justicia los argumentos para avalar la suba de la tarifa de $ 2,50 a $3,50– que debía comenzar a regir desde el miércoles pero fue frenada por decisión del juez Pablo Mántaras del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario N° 3; tras un amparo del legislador opositor Alejandro Bodart (MST-Proyecto Sur).
“La tarifa técnica real del subte es de $ 6,10. Por lo tanto, este aumento a $ 3,50 está más que justificado. Ya presentamos toda la documentación correspondiente y esperamos la resolución del juez.” Así se expresó la vicejefa de la ciudad, María Eugenia Vidal, que espera que en las próximas 48 horas el juez, que dispuso la suspensión de la entrada en vigor de la nueva la tarifa de subte, resuelva la medida precautelar dictada a instancias del amparo de Bodart.
Vidal consideró “un abuso” la actitud de la oposición de recurrir a la Justicia “cada vez que pierde una votación en la Legislatura”, lo que ocurrió cuando se trató el aumento de la tarifa del subte.
Los funcionarios porteños sostienen que la inflación influye de manera determinante en los costos para operar el subte, y explicaron que con el incremento sólo se cubre la mitad de lo que se necesita para sostener el servicio funcionando. También justificaron el aumento por la quita de subsidios del Gobierno nacional, y aseguraron que con el dinero que se recauda en boleterías, más lo que aporta la Ciudad, sólo alcanza para que el subte abra todos los días, pero no es suficiente para hacer obras de renovación de vías y equipamiento.
Además, la Ciudad se ampara en la ley de emergencia votada en la Legislatura, que le da potestad a SBASE (la empresa de la Ciudad que realiza la extensión del subte) para subir la tarifa.
“Cuando vea toda la información que le presentamos, [el juez] se va a dar cuenta de que el aumento técnicamente está más que justificado. El costo técnico real del pasaje es $ 6,10, y eso sólo para poner en funcionamiento el servicio, lo que no quiere decir que queramos llegar a ese número. Nosotros analizamos todas las alternativas posibles; es importante que todos los usuarios sepan que los $ 3,50 representan poco más de la mitad de lo que costaría”, dijo Vidal. Y agregó: “Después, el gobierno de la ciudad va a poner el 50 por ciento para que [el subte] abra todos los días, y toda la plata que haga falta para hacer las obras necesarias para que la gente viaje mejor”.
El jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, dijo: “Sucedió lo mismo con el Parque Centenario y el Metrobús. Nos presentamos ante la Justicia y pudimos continuar con las obras. No nos van a parar”.
La mesa chica del macrismo especula que el juez Mántaras debería dar el visto bueno para el aumento quizás antes del fin de semana. El presidente de Sbase, Juan Pablo Piccardo, desmintió la afirmación de Bodart, quien había alegado la falta de “una auditoría” sobre los balances del sistema de subterráneos porteños para cuantificar el aumento.
“Es absolutamente falso, ya que desde que la administración macrista se hizo cargo del subte se realizó un estudio muy riguroso” sobre los costos del servicio, aseguró Piccardo, quien, como Vidal, afirmó: “Con el boleto a $ 3,50, el gobierno porteño estará subsidiando casi el 50 por ciento del pasaje”.
Pero para el ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, Macri “tiene una visión meramente centrada en lo económico. El Estado no tiene que ganar plata con el transporte público”.
En medio del rechazo de la oposición, que califica la suba del boleto de “tarifazo,” el diputado porteño Rafael Gentili (Bloque Proyecto Sur) cuestionó los números presentados por la concesionaria Metrovías.
“De acuerdo con el balance de 2012 de Metrovías, se evidencia que sus pérdidas son un dibujo fenomenal. Por eso, insistimos en que antes de aumentar la tarifa es imprescindible que la Ciudad asuma el servicio e inicie una agresiva política de reducción de costos y recuperación de pasajeros”, dijo Gentili.