La frescura que se respira en los nuevos coches de la Línea A de subtes es el punto más destacado por políticos y usuarios luego del retiro de circulación de los vagones de madera que por un siglo recorrieron la avenida Rivadavia bajo tierra. Ante el punto positivo que cosechó la gestión PRO gracias al aire acondicionado que poseen los coches comprados por el Gobierno Nacional, desde sectores opositores al macrismo proponen llevar a los colectivos también un cambio de aire.
Impulsado por el legislador porteño Aníbal Ibarra (Frente Progresista y Popular) se presentó en la Legislatura un proyecto para que se incentive la instalación de equipos de aire acondicionados en los colectivos por medio de incentivos impositivos.
“La propuesta del presente proyecto intenta, a falta de capacidad regulatoria por parte de la Ciudad respecto de las condiciones de habilitación de unidades de ómnibus urbano, generar un incentivo para la puesta en funcionamiento de unidades con aire acondicionado eximiendo del pago de patentes a las que cumplan con este requisito”, explica Ibarra en los fundamentos de su iniciativa.
La exención al pago de patentes se extendería por 10 años para aquellos vehículos nuevos de piso bajo que cuenten con aire acondicionado y por 5 años si las unidades no cuentan con adaptación para personas con dificultades de movilidad. Los colectivos ya en servicio que instalen acondicionadores de aire también quedarían exentos por 4 años.
“Las obras en el subte, que deberían ser una política de Estado sostenida en el tiempo y que lamentablemente la gestión actual decidió desfinanciar (sujetando cualquier avance a la obtención de créditos, en algunos casos en condiciones sumamente gravosas), son probablemente el principal eje de una política de transporte seria para una Ciudad de Buenos Aires, que necesariamente debería incluir planes para soterrar los trenes (en este caso necesariamente con un trabajo interjurisdiccional encabezado por el Estado Nacional) y, por supuesto medidas que mejoren día a día la calidad del transporte en Colectivo”, expresa el proyecto.
Y remarca: “Dentro del margen legislativo con el que cuenta la Ciudad, se ha obligado hace pocos años a la incorporación de equipos de aire acondicionado en todas las nuevas unidades de taxis. Lógico sería que esta obligación pudiera ser extensiva a los sistemas de transporte masivo. Salvo algunas pocas formaciones de tren, por ahora eso no existe. […] Sabemos que en la escala de precios que se maneja actualmente en el mercado, el monto eximido puede resultar insuficiente para solventar la diferencia que exige abonar si se desea incorporar una unidad con aire acondicionado, pero a la vez, entendemos que esa diferencia puede ser razonablemente compensada con la mayor utilización por parte de los usuarios de un servicio que ofrece un salto de calidad respecto de lo habitual”.
