El papa Francisco presidirá este sábado en la noche su primera solemne vigilia pascual en la basílica de San Pedro, la ceremonia de mayor carga simbólica de la semana santa y del año litúrgico católico, ya que evoca la resurrección de Cristo, el punto culminante de la venida al mundo de quien es para los cristianos el hijo de Dios y el salvador de la humanidad.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se refirió ayer a la importancia de la vigilia pascual y la describió como una de las celebraciones “más bonitas de la liturgia cristiana, sino es la principal y la más rica”. Y durante la que, esta vez, el nuevo papa bautizará a cuatro jóvenes (un albanés, un italiano, un estadounidense y un ruso).
La celebración comenzará en el atrio (escalinatas) de la basílica, donde Francisco bendecirá el fuego y luego hará lo propio con el cirio pascual, símbolo de la luz que es Cristo para la Iglesia y el mundo. Luego, en procesión, se dirigirá al altar mayor en medio del cántico que anuncia la Pascua, o sea, la victoria de Jesús por sobre la muerte a través de la resurrección.
A continuación vendrá la liturgia de la Palabra, en la que se leerán fragmentos del Génesis, del libro del Exodo y del libro del profeta Ezequiel, de la carta de San Pablo a los Romanos y el Evangelio según San Lucas, que relata el descubrimiento del sepulcro vacío por parte de las mujeres y el encuentro con Jesús Resucitado.
Luego, Francisco pronunciará la homilía. Tradicionalmente, la celebración de la vigilia pascual dura cerca de tres horas, pero el portavoz del Vaticano anunció que la liturgia se simplificó y que por ello se aguarda que sea más breve