La ciudad de Buenos Aires comenzó a tomar injerencia en las medidas de seguridad que hasta ahora sólo el gobierno nacional determina en el distrito. Además del traspaso de la fuerza, las autoridades porteñas le pidieron a la Nación la implementación de nuevos controles en el microcentro, como la colocación de cámaras en la peatonal Florida y en las salidas de los bancos.
El proyecto de ley que le permitirá a la Capital Federal contar algún día con su propia fuerza, sería enviado esta semana al Congreso por Fernando de la Rúa, que propondrá la modificación del artículo 7 de la Ley Cafiero, que prohibe a la Ciudad contar con su propia policía. Los funcionarios porteños creen que el proyecto entrará por la Cámara de Diputados.
El tema central de la agenda entre ambos distritos es ahora la comunicación con Ibarra sobre la posibilidad y la prevención de atentados terroristas.
En la reunión, que se produjo en el despacho de Aníbal Ibarra, estuvieron el secretario de Seguridad de la Nación, Enrique Mathov y el jefe de la Policía Federal, Rubén Santos. También estuvieron presentes Facundo Suárez Lastra, secretario de Justicia y Seguridad de Ibarra y Eduardo Thölke, subsecretario de la msima área.
Esta fue la primera de las reuniones conjuntas, que a partir de ahora se repetirán cada quince días, en las que, según Thölke, "se formalizó el interés del Gobierno porteño sobre los temas de su propia seguridad".
"En principio, – amplió Thölke – el esfuerzo estuvo dirigido a establecer una metodología de trabajo conjunto, en que se habló acerca de la asistencia que le podría prestar la policía a las tareas del poder de policía de los hombres del gobierno, por ejemplo, los inspectores que dirige Horacio Spandonari. Otro punto es la coordinación que debería haber entre los cuerpos de bomberos de la policía y los hombres de Defensa Civil y de la Guardia de Auxilio del gobierno porteño".
Finalmente, el subsecretario de Seguridad se refirió a un pedido concreto de su gobierno a la Policía Federal; el control de la seguridad en los taxis. La primera medida en la que piensan los funcionarios porteños es que habrá una mayor presión sobre las mandatarias, que a veces agrupan a flotas de cientos de taxis, en las que se diluyen las responsabilidades cuando los delincuentes se aprovechan de la flojedad de los controles para asaltar, secuestrar e incluso violar a los pasajeros. El segundo paso de los hombres de Ibarra será el de personalizar las licencias, porque hasta ahora la responsabilidad del dueño del taxi que se usa para delinquir está diluída por el alegado desconocimiento acerca de lo que pasa con su vehículo cuando se lo entrega a las mandatarias para que lo trabajen. Sobre ellos se piensa presionar con la "corresponsabilidad civil" respecto del destino laboral que tiene su auto. Si a éstas medidas se le suman otras de control específico sobre la actividad en general, se podría mejorar la seguridad en este rubro, que preocupa seriamente a los hombres de Ibarra.
Thölke también se refirió al documento base acerca de la creación de la "Policía de la Ciudad Autónoma" (PCA), que traza los lineamientos básicos del funcionamiento y del escalafón de la futura policía porteña. El miércoles ya estará a la vista de los porteños en la página de Internet del Gobierno de la Ciudad.