Después de las conferencias de prensa que encabezó la semana pasada y luego de haber sido centro de polémica en la Ciudad por no estar en el país al momento del temporal, el jefe de Gobierno reapareció y celebró la convocatoria de Nación en Casa Rosada, en la que se analizaron medidas de asistencia a damnificados porteños y bonaerenses.
“Es un paso adelante”, consideró Mauricio Macri e informó que de parte de su administración asistió al encuentro la vicejefa María Eugenia Vidal.
Como cada vez que un asunto compete a ambas gestiones, Macri instó a “trabajar juntos” por la problemática. Y reconoció que en suelo porteño “falta un equipo de emergencia que pueda aborcarse a tamaña cantidad de población” cuando ocurre “semejante catástrofe climática” . Igualmente, indicó que “estamos reviendo todos los mecanismos de alerta”.
“Mi preocupación- continuó- es ayudar a que la gente viva mejor y darle tranquilidad”.
Por otra parte, el funcionario ratificó la defensa que la vicejefa de Gobierno hizo por él a principio de semana y volvió a negar que automóvil en el que viajaba hubiera atropellado el sábado a dos personas en el barrio Los Piletones, de Villa Soldati, cuando un grupo de vecinos le reclamaba, presuntamente, ayuda tras ser víctimas del temporal.
“Es una agresión más de las que he recibido por parte del kirchnerismo en los últimos días. Desde el martes a la mañana lo único que he recibido son agresiones personales y a mi gobierno”, sostuvo. Y agregó: “No pasó absolutamente nada con esas personas”.
Macri, al respecto, identificó a la dirigente social Mónica Ruehas como una “puntera kirchnerista” que en los últimos días “tomó las viviendas” construidas en el barrio para familias de la zona y habitantes de la cuenca Matanza-Riachuelo.