Al Mercado Central también le llega el ajuste

Al Mercado Central también le llega el ajuste

A pesar que en la semana que viene estarían firmando el Plan Maestro, el emprendimiento más importante desde su creación que prevé el aprovechamiento de las 360 hectáreas sin infraestructura, la presión de los operadores frutihortícolas del Mercado por una disminución de los aportes que pagan, amenaza la tranquilidad de esta corporación tripartita


La inestabilidad económica por la que atraviesa nuestro país alcanzó ahora al Mercado Central, el centro de comercialización y distribución de frutas y verduras más importante del país. La dirección del mismo es compartida por la Nación, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires quiénes nombran dos directores cada uno para tal función. La presidencia es rotativa y en este momento la ejerce el frepasista porteño Carlos Grinberg.

El Mercado tiene en este momento un déficit aproximado operativo de 100.000 pesos mensuales. Tiene en su planta de personal 460 empleados con sueldos promedio de 1200 pesos y sus mayores erogaciones son los contratos por la limpieza de la basura con la empresa Roggio (alrededor de 200.000 pesos por mes) y la Prepaga TIM de los empleados que le cuesta otros 150.000 pesos mensuales.

Los 500 operadores frutihortícolas -puesteros- pagan un cánon promedio de 1500 pesos por mes y el Mercado recauda también por las 200 empresas polirubros que operan en el lugar, como el caso de Transportes Cruz del Sur, la distribuidora mayorista Diarco o la empresa de cámaras de frío PyO, que pagan cifras superiores a los 10.000 dólares.

Los operadores que están en asamblea permanente y decidirán que actitud tomar el próximo viernes, reclaman una rebaja del 50% en los canones que actualmente pagan, argumentando la baja pronunciada de las ventas mientras que las autoridades aceptarían hasta un 20% para no comprometer las finanzas ya deficitarias del Mercado. También se maneja -y es casi un hecho- la rebaja salarial habida cuenta que los recortes nacionales y provinciales nunca fueron llevados a cabo por la particular situación de jurisdicción de la Corporación.

Entre tanto remolino algunos allegados al Gobierno Nacional abonan la idea de la Intervención sustentada en bajar el costo jerárquico y agilizar y homogeneizar las decisiones. En contra de esta teoría, hay quienes recuerdan que algunas intervenciones en el pasado más que una solución significaron un nuevo problema. Los cambios políticos en la Nación y en la Provincia auguran de cualquier modo movimientos en el directorio, lo que no se sabe aún es si serán antes o después de la tormenta.

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