Mientras que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pedía al gobierno de Estados Unidos que dé legitimidad al triunfo de Nicolás Maduro tras imponerse en las elecciones de Venezuela (con el 50.66 de los votos), en la sede de la embajada de Venezuela- en el barrio de Palermo- grupos pro y antichavistas se trenzaron y manifestaron posiciones antagónicas en relación a la situación que se vive por estas horas en Caracas.
En la plazoleta Falucho, ubicada sobre la avenida Santa Fe, frente al Regimiento 1 de Patricios, se ubicaron simpatizantes de Capriles, alrededor de un centenar, con cánticos en contra del gobierno chavista, bajo el lema de “una Venezuela como Cuba”.
A menos de 200 metros, del otro lado de la representación diplomática ubicada sobre Luis María Campos al 100, el grupo Quebracho y otras organizaciones de izquierda expresaban su solidaridad hacia la “revolución bolivariana”.
La acción preventiva de la policía, que no permitió que ambos grupos tomaran contacto entre sí, permitió que, al cabo de algunas horas, estos abandonaran el lugar sin que se produjera ningún tipo de incidentes.
Desde la Embajada de Venezuela informaron sobre la presencia de militantes de las agrupaciones La Cámpora, MILES, Marea Popular, Carta Abierta, Los Pibes, Frente de Organizaciones Kirchneristas, Partido Comunista y Nuevo Encuentro, entre otras.
Por su parte, el embajador del país en la Argentina, Carlos Martínez Mendoza, agradeció el “apoyo de los diferentes movimientos sociales, políticos y populares”, aunque no mencionó la presencia de quienes adhirieron a Capriles. “Esta es la expresión de un pueblo hermano, como lo es el pueblo argentino; ustedes están viendo cómo la derecha apátrida en Venezuela quiere crear una crisis política que no existe”.
“Hay un presidente legítimamente elegido y ellos no quieren ver esta realidad”, dijo el diplomático en un comunicado.
