Cada vez que se quiera demoler, construir o remodelar un edificio en la ciudad, se deberá obtener un certificado que exprese que el inmueble no está resguardado por la comuna porteña o por la Nación. Así será el procedimiento, si la Legislatura decide sancionar un proyecto de ley, presentado por el diputado Ricardo Busacca, que busca conservar los bienes históricos y culturales nacionales y municipales.
"Hace pocas semanas se produjo la demolición de la casa de la hija del albacea del fundador del pueblo de San José de Flores, Don Antonio Millán" – sostuvo el diputado -. "Este episodio nos alertó una vez más sobre la necesidad de preservar el patrimonio de la ciudad antes de que se produzca su desaparición".
Por ese motivo, el proyecto plantea la creación de un Registro Único del Patrimonio de la Ciudad y la obligación de poseer un permiso previo a la realización de nuevas obras.
"Buscamos, a través de estas medidas, que se preserven no sólo las casas, sino también las arboledas, los lugares de culto, ciertas fábricas, estaciones ferroviarias y demás lugares que contribuyen a nuestra identidad ciudadana" – argumentó el autor de la propuesta.
En la elaboración del registro, podrán colaborar los Consejos Profesionales, el Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, las juntas de estudios históricos barriales, las escuelas y las asociaciones vecinales. El organismo que lo lleve adelante – no está establecido en el proyecto – deberá colocar placas en los espacios declarados como "lugar de interés", en las que deberán indicarse las características principales por las que han sido proclamados como tales.