“Ayer decían que la televisión anunciaba alerta meteorológico y nos asustamos más, porque desde la inundación pasada vivimos con miedo. Los chicos lloran, estamos sin dormir”, contó Verónica, una vecina de 39 años que vive con sus dos hijos en barrio Mitre.
La vecina remarcó la ayuda de los psicólogos “que trajeron de Nación a los dos días del temporal” y criticó que desde el Gobierno de la Ciudad siempre los tienen “de aquí para allá”. “Me dijron que el 11 de abril me presente en el CGP, prometieron que iban a llamarme y hasta ahora no lo hicieron, y hoy nos convocaron para hacer una nueva verificación y dijeron que en dos semanas nos van a avisar en dónde cobrar el subsidio”.
Verónica cuenta que funcionarios del Gobierno porteño les pidieron a los vecinos del barrio que hicieran una lista genérica, no exhaustiva, de las pertenencias perdidas en el temporal, y les informaron que cobrarán un subsidio por un máximo de 20.000 pesos, aunque serán las autoridades las que determinen cuánto recibirá cada afectado.
Distinto es el caso de Norma, una empleada del Gobierno de la Ciudad de 50 años, que vive con su hijo, su nuera y sus dos sobrinos, a quien “le niegan” el subsidio porque a ella ya le habían otorgado un crédito en el Banco Ciudad, pero debido a la situación debió invertir en arreglos urgentes para su casa y no pudo pagar la cuota correspondiente a la entidad bancaria.
“Yo pensé que era un dinero aparte, pero me dijeron sin vueltas que no me iban a dar el subsidio”, declaró la mujer, quien estima que las pérdidas en su casa –desde la mesa y las sillas hasta el televisor, placar y paredes aún húmedas– superan los 20.000 pesos.
“En el Gobierno de la Ciudad nadie te contempla nada porque no sos problema de ellos”, dijo la mujer, quien además tiene que operarse de la columna, pero debió posponer la intervención debido a las pérdidas del temporal y el ahogo financiero que eso le acarreó.
Ayelén, una mujer de 25 años que vive con su esposo y sus dos hijos, sostuvo: “Hoy lo llevo a mi hijo menor al doctor por una conjuntivitis, pero el más grande ya tuvo un episodio de gastroenteritis y otro de bronquitis por el temporal”, agregó. Y enfrente, Evelyn, de 18 años, que vive con su hermano y su papá, también damnificados, criticó: “No tuvimos respuestas del gobierno de Macri, aunque las pedimos”. “Aunque esta es la primera vez que el agua entra con tanta fuerza, mi casa ya se había inundado varias veces, y en el Gobierno de la Ciudad nunca respondieron nuestros reclamos”, lamentó. “Siempre tuvimos que arreglarnos entre nosotros y hacer todo solos”, protestó.