Anochecer de un día agitado en la política porteña

Anochecer de un día agitado en la política porteña

Acosado por la impiedad de una crisis que no reconoce parámetros en el pasado reciente, Aníbal Ibarra se dispone a efectuar una serie de cambios en la estructura administrativa de su gobierno. Pero los cambios se extenderán también al terreno político. La alianza con los radicales está siendo revisada por los hombres de Ibarra, tanto como para que éstos estén comenzando a ponerse nerviosos, aunque se sabe que no habrá ruptura. En este marco, el FREPASO está discutiendo su futura política de alianzas buscando la reelección de su jefe para el 2003


Una nube de versiones contrapuestas sacudieron entre ayer y hoy los corrillos políticos de esta Ciudad Autónoma. Pero a lo largo del día -a medida que las versiones iban perdiendo consistencia- todas las especulaciones se convirtieron en una sola: no habrá anuncios espectaculares, como se pensaba en un principio. También se supo que la reforma administrativa impactará más por la acumulación de cambios sucesivos que por un solo golpe de efecto.

Por ahora se conocen pocos nombres nuevos. Silvana Giúdice, es la reemplazante del subsecretario de Espacio Público, Juan Carlos Poli, al que Ibarra le pidió la renuncia la semana pasada, antes de que los rumores comenzaran a recorrer la ciudad. Ariel Schifrin, que hasta hoy fue el presidente del bloque legislativo de la Alianza, se ocupará de la descentralización administrativa. La actual presidenta del directorio de AUSA, Laura Moresi, reemplazará a Schifrin en su banca de diputado y el diputado Marcelo Vensentini será el nuevo presidente del bloque del FREPASO. Pero el enroque no termina allí. Se especula con que Moresi reemplazará a Vensentini en la presidencia de la estratégica Comisión de Presupuesto y Hacienda, en tanto que el joven ingeniero Felipe Nogués la reemplazará a ella al frente de AUSA.

En esta grilla -de todos modos- habrá cambios. Por ejemplo, hasta ahora el radical Daniel Siciliano ocupaba la Subsecretaría de Descentralización, pero ahora ésta será convertida en una secretaría fuera de nivel y la ocupará Schifrin, cuya renuncia a su banca estaba tratando este martes a la tarde la Legislatura porteña. Schifrin tendrá la misión de ir al encuentro de las nuevas manifestaciones políticas que se expresan en las asambleas barriales, que se corresponden con una estrategia de acumulación de reclamos sociales que intenta construir el FREPASO. Esta designación no significará, a pesar de todo, la defenestración de Siciliano, que seguirá ocupando un cargo en la estructura del Gobierno porteño.

Pero, más allá de los nombres de los futuros funcionarios, una cosa es indudable. La relación entre los miembros de una Alianza que sólo existe en lo formal ha cambiado, y ese cambio se traducirá en la conformación del nuevo gabinete. Habrá menos espacio para los radicales (especialmente los delarruistas) y -por contrapartida- más espacio para los hombres del FREPASO y quizás por extensión al ARI. El propio presidente del bloque legislativo de la UCR, Fernando Caeiro, se manifestó "desconcertado" con la situación y estaba esperando reunirse este martes a la tarde con el vicepresidente de la Legislatura, el también radical Cristian Caram, para unificar criterios en vista a una reunión con Ibarra, que le pedirán que se realice mañana, miércoles.

Los nervios de los radicales surgen de la ausencia de su gente en la "cocina" en la que se está diseñando tanto la reforma administrativa como la conformación del nuevo gabinete. Voceros de su bloque legislativo consideraron -con cierto malhumor- que "no vamos a aceptar que se nos llame sólo para aprobar leyes". El diputado Jorge Enríquez le manifestó a NOTICIAS URBANAS que "Ibarra ha ido desradicalizando el gabinete, porque quiere radicales no orgánicos. Tal es así, que la Alianza es hoy nada más que un formalismo". Para abonar lo dicho por Enríquez, otros voceros de su bloque destacaban el enojo del puntero radical de la Boca, José Palmiotti, con Silvana Giúdice -de la cual es su jefe territorial- por no haberlo consultado antes de aceptar la subsecretaría para la que fue designada, como dicta la liturgia radical.

A pesar de tantas febriles especulaciones -nacidas más del desconocimiento que de la ciencia política pura- la sangre no llegará al río. No habrá anuncios de desgarramientos, ni rupturas espectaculares, ni dramas pasionales. Tampoco habrá frenéticos llamados a una "guerra santa". Habrá discusiones y serán airadas, pero la política primará por sobre la épica.

El diputado Roque Bellomo, consultado por esta agencia, confirmaba que "ya no hay una Alianza nacional y esto repercute en la Ciudad. Esta situación ya venía ocurriendo desde antes de la caída de de la Rúa, pero, así y todo, no habrá una ruptura con la UCR. Sí habrá un mayor acercamiento futuro con el ARI, tal es así que el subsecretario de Vivienda, Eduardo Jozami, se pasó al ARI hace un tiempo y conserva su puesto todavía".

El planteo de Bellomo se corresponde con una de las opciones que se están debatiendo hoy en el seno del FREPASO. Los dirigentes que provienen de la izquierda son más proclives a una construcción política futura en el seno del espacio "progresista", que conforman junto a "Lilita" Carrió y a otros sectores. Pero los militantes que provienen del peronismo combativo y del PRT u otras fracciones de izquierda se sentirían más cómodos cerca de un tronco que a algunos de ellos los vio nacer. La resolución de esta discusión dibujará el futuro del FREPASO, una fuerza que creció tras formalizar una alianza con el radicalismo y que ahora está inmersa en una crisis que tiene una sóla incógnita ¿cuál es la mejor estrategia para la reelección de Aníbal Ibarra en el 2003?

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