Un grupo de padres denunció que dos nenas del jardín de infantes integral Nº1 Athos Palma, que depende del Gobierno porteño, fueron abusadas por un grupo de docentes –serían unas seis en total– que “continúan trabajando” en la institución.
El abogado de los padres, Joaquín Olivera Costa, declaró que “las nenas de tres años contaron que en el jardín las maestras las hacían jugar un juego macabro”. Es así como a partir de tal relato se presentó “una denuncia porque las chicas no querían volver al jardín y le contaron a sus padres que allí jugaban a un juego donde hacían una ronda y uno de los niños salía sorteado, entonces lo llevaban vestido de distintas maneras a otra salita donde era abusado sexualmente y fotografiado”.
Olivera Costa también señaló que la causa “está caratulada como abuso deshonesto”, pero que se solicitó que sea “abuso gravemente ultrajante doblemente agravante, porque además del abuso, las maestras también incurrían en pornografía infantil”. La acusación se realizó sobre siete docentes, dos de las cuales ya fueron imputadas, y un ordenanza del jardín, que sigue trabajando en el establecimiento de la calle Sucre 2284.Por otro lado, de acuerdo a un estudio médico, según contó el abogado, se determinó que una de las niñas tiene “rotura de himen”, aunque la pericia médica oficial recién se realizará mañana. En tanto, Sergio, uno de los padres, dijo firmemente: “Tenemos pruebas y no vamos a parar hasta que se sepa la verdad”. Y otra mamá denunció, por su parte, que a su hija le pegaban.
Esta tarde, justamente, los padres efectuaron un escrache en las puertas del jardín, expresando al mismo tiempo su rechazo al juez porque, según contó el letrado, de todas las medidas pedidas solo otorgó la cámara Gesell para las menores, pero aún no se realizó. Los familiares de las nenas supuestamente abusadas denunciaron a su vez el hecho ante el Ministerio de Educación porteño, ya que la institución escolar depende del GCBA.
La denuncia se realizó el 12 de abril y fue radicada en el Juzgado de Instrucción Nº 35, a cargo del juez Rappa, y la fiscalía que interviene es la Nº 4, a cargo del doctor Mainardi.