La Defensoría del Pueblo porteña propuso analizar la situación de los pacientes internados en los hospitales psiquiátricos Borda y Moyano, para establecer quienes y bajo que condiciones deben continuar su tratamiento sin internación en los establecimientos. La idea es promover, de esta forma, posibles externaciones como una alternativa de mejoramiento de los tratamientos de los pacientes.
Al respecto, la Defensoría presentó, de la mano del Consejo Multisectorial de Organizaciones Sociales (COMO), un proyecto de relevamiento de la situación de los internados tanto femeninos como masculinos, que espera contar con el respaldo de la Dirección de Salud Mental del Gobierno porteño.
La propuesta tendrá una primera etapa en la que se determinarán los diagnósticos de los pacientes y una segunda en la cuál se analizará la población internada entre uno y tres años, para saber cual es el recurso que debe ponerse a disposición e impulsar así la desinstitucionalización y la reinserción social de los pacientes.
Según expresó Mónica Cárcova, del COMO, "hay pacientes ya estabilizados que deben permanecer internados por no contar con una familia o una vivienda que actúen como sostén". La integrante del Consejo agregó que "si la internación se prolonga indefinidamente y no cuenta con un control programático, posee consecuencias deteriorantes y destructivas".
En el Borda hay más de mil pacientes masculinos internados y el hospital Moyano cuenta con 1.500 mujeres alojadas. En la Defensoría del Pueblo local opinan que "si las causas por las que fueron internadas estas personas ya desaparecieron, es preciso proceder a la reinserción social". Así pues, la externación que proponen los ombudsman porteños significará por un lado la continuación del tratamiento terapéutico. Mientras que paralelamente constituye el primer paso para la reinserción social de los pacientes.