Luego de comparar a las militantes k con las “juventudes hitlerianas”, el presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzeneger, volvió a comparar al kirchnerismo con el nazismo.
Sturzenegger sostuvo que el plan “Mirar para Cuidar” lanzado por el gobierno nacional para monitorear que se cumpla con el congelamiento de los precios es “una política usada por regímenes totalitarios”, y volvió a compararlo con el nazismo.
“Yo hice una declaración muy fuerte que hace referencia puntual a un hecho histórico que puede gustar o no: que ese régimen (el nazismo) usó a las juventudes para el control de precios, eso es real“, afirmó el economista en declaraciones radiales.
Según el funcionario porteño, que pretenden ser el primer candidato a diputado nacional por el PRO, “ese régimen fue tan atroz que cualquier cosa que haga cualquier gobierno de cualquier signo político que tenga una reminiscencia con eso, tiene que ser advertido”.
Pero tal como nos acostumbra la política esa no fue la única declaración polémica de la jornada. Hoy también, el presidente de la Unión Cívica Radical, Mario Barletta, fue el protagonista de un exabrupto insólito en twitter.
“Dante Caputo se muestra conchudo solo para conseguir un cargo de diputado nacional”, escribió el dirigente radical en la red del pajarito azul y rápidamente causó revuelo.
Lamentablemente, estas situaciones no son nuevas en la política argentina. Hace un tiempo, y sólo para recordar un caso de una extensa lista, la Legislatura porteña fue escenario de un hecho similar cuando la diputada kirchnerista, María José Lubertino, durante un debate sobre el aborto, escribió en la red social de los 140 caracteres: “Bergman y Gorleri, saquen su kipá y su rosario de nuestros ovarios”.
