El abogado Miguel Ángel Pierri, defensor de Jorge Mangeri, portero del edificio donde vivía Ángeles Rawson, aseguró este miércoles que “si hay un escenario de acción criminal por delito sexual” se va de la causa y señaló que ya se lo advirtió a su defendido.
Por otro lado, manifestó que se asegurarán de que la “cadena de custodia” de las muestras de ADN recogidas en el caso no fue alterada.
El letrado señaló que tiene “la obligación de velar por los intereses” de su cliente. “Lo primero que hace un abogado es ver si se violaron las garantías”, subrayó.
Además, Pierri precisó que todavía falta conocer el resultado de algunas pericias vinculadas al cabello de la víctima y al vehículo del portero.
El abogado dijo que “desde la defensa no tenemos el tiempo de los medios”, y afirmó, ante una consulta, que “hay que investigar el círculo íntimo del sospechado como de la víctima”.
También explicó que “aún la famosa autoincriminación” que hiciera su cliente en la sede de la fiscalía “no tiene ninguna carga probatoria”.
Por otra parte, Pierri pidió que se investigue los dichos de Graciela Caamaño, tutular de la Secretaría de Cooperación. Según el abogado, en el expediente del caso figura una conversación entre la funcionaria y los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas, y el juez Roberto Ponce.
Pierri sostuvo que en esa conversación la funcionaria habría expresado “estar en desacuerdo con la imputación de Jorge Mangeri”.
“Caamaño sabía que la policía le había pegado a Mangeri”, señaló Pierri.