De existir un ranking de los libros agotados que son recomendados día a día, “Entre hombres”, de Germán Maggiori, pelearía por ocupar uno de los primeros puestos. Y no por el esnobismo de recomendar aquello que se sabe que es bueno y que, además, no se consigue o se sabe agotado; sino porque la novela policial de Maggiori en verdad merece la recomendación repetida.
Desde el inicio -una orgía entre dos travestis, una prostituta, un senador y dos allegados- el autor propone una historia que puede haber sido contada antes, pero la muestra de un nuevo lado y por sobre todo, la muestra de otra forma.
“Una historia sin final es como la impotencia de un rengo para correr o de un mudo para gritar cuando una bomba está por explotar: una historia siempre se construye como una bomba, para que estalle en algún momento”, afirma uno de los personajes de la novela, que sirve para ilustrar en parte al libro que lo creó y contiene.
La novela está situada en Buenos Aires y transcurre a fines del siglo XX, con todos sus matices, desde la violencia hasta la corrupción crónica.
La desatención que tuvo “Entre hombres” al momento de su aparición -la caótica Argentina de 2001- no debe ser un preconcepto al momento de incursionar sobre ella. Quienes la descubrieron en su primer edición, casi como un oasis en un contexto muy difícil, son los que sin perder el tiempo la recomiendan desde entonces.