Quieren cambios en la recolección de los residuos de la Ciudad

Quieren cambios en la recolección de los residuos de la Ciudad

Desde la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable ya se envió a la Legislatura el marco legal en el que se convocará a una nueva licitación para seleccionar a las empresas que recogerán los residuos que generan los porteños. Habrá cambios en la modalidad de pago a las empresas y se implementarán distintos tipos de recolección diferenciada. Se esperan discusiones que no serán de fácil resolución


Todo parece indicar que al fin está lista la nueva licitación para escoger a las empresas que se encargarán de la recolección de los residuos urbanos que generan los porteños.

La licitación -según evalúan los funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente- estaría en marcha en febrero, en tanto que los nuevos operadores de la basura estarían recorriendo las calles de Buenos Aires entre los meses de septiembre -para los optimistas- y diciembre -los pesimistas-. Entre medio, la Legislatura deberá aprobar el marco legal que propone la Secretaría, y se espera que allí habrá ríspidas discusiones, habida cuenta de los cambios que contienen los nuevos pliegos.

La ciudad seguirá estando dividida en cuatro zonas, en cada una de las cuales existirá un "área limpia", que incluirá las áreas comerciales y algunas otras que generan una mayor cantidad de residuos. En estas "áreas limpias" habrá recolección durante los siete días de la semana, dos veces por día. Los camiones que recojan los residuos usarán combustible a gas.

Las calzadas y las veredas -por otra parte- serán barridas tres veces por día, y la empresa recolectora deberá quitar los pasacalles y despegar los carteles que estén en sitios ilegales, como los frentes de las casas. También se ocuparán del lavado y la limpieza del mobiliario urbano cuya limpieza no esté concesionada. Finalmente, limpiarán con vapor las veredas una vez por mes.

En una medida que ya está generando controversias, serán considerados como "grandes generadores" de residuos a los que desechan más de medio metro cúbico por día. Estos clientes deberán pagar una tarifa adicional por la recolección de sus residuos.

Uno de los cambios principales en esta licitación es que los contratos con las empresas ganadoras tendrán una duración de seis años, en lugar de los cuatro años que duraron los contratos que vencerán el próximo 28 de febrero.

La Secretaría se dispone a extender el sistema de recolección de "puerta a puerta" que ya está implementando en el barrio de Once a otras zonas. Las calles serán Avenida de Mayo, entre Bolívar y Entre Ríos; Corrientes, entre Leandro Alem y Callao; Córdoba, entre Leandro Alem y Callao; Santa Fe, desde Florida hasta Callao y Roque Sáenz Peña, desde Rivadavia hasta Carlos Pellegrini. El servicio se prestará de lunes a viernes, en horario vespertino.

El servicio "puerta a puerta" es una experiencia piloto que se está realizando en el barrio comercial de Once, en la que diez camiones de CLIBA recorren el barrio a partir de las tres de la tarde, pidiéndoles a los comerciantes y a los vecinos la basura -que no debe estar en el interior de las casas y negocios- para llevársela. Cinco camiones se llevan el cartón, el papel y los metales y los otros cinco se llevan la basura orgánica, es decir, los restos de comida, principalmente.

En esta licitación se plantea que ya no se les pagará más a las empresas por el peso de la basura recogida, sino que cobrarán un canon por zona, sujeto a aprobación por parte de quienes resulten designados controlar este ítem. La única empresa que seguirá cobrando sus servicios por tonelada será la Coordinadora Ecológica Area Metropolitana, Sociedad del Estado (CEAMSE), que se encarga de enterrar los residuos porteños en el basural de Villa Domínico.

En este punto -el de la vigilancia sobre las empresas- la impermeabilidad de los funcionarios frente a la requisitoria de NOTICIAS URBANAS fue absoluta. Recién la semana que viene sabremos entonces quiénes tendrán la tarea de controlar el cumplimiento de las pautas contenidas en los pliegos de la licitación. Hasta el último día de febrero dos empresas controlarán a las recolectoras: IATASA y CEAMSE. Ambas tuvieron una deficiente actuación hasta el momento, por lo que sus contratos -si es que se busca el alivio de los porteños- deberían ser rescindidos sin mayores explicaciones.

LOS CIRUJAS ENTRARAN EN EL SISTEMA

Los recolectores informales, vulgarmente conocidos como cirujas, entrarán en el marco legal en los nuevos contratos de recolección. Primeramente, la Secretaría implementará una experiencia piloto con la Cooperativa "El Ceibo". Probablemente ésta se desarrollará en el barrio conocido como "Palermo Hollywood", en las inmediaciones de la plaza que está situada en Malabia y Nicaragua, en el mismo lugar en el que supo haber un gasómetro en tiempos inmemoriales.

Los vecinos del barrio deberán dividir la basura en dos bolsas. En una de color negro, deberán colocar la basura orgánica (comida) y en otra -probablemente de color verde- la inorgánica (papel, metal, cartón). No deberán sacar la basura a la calle, sino que deberán entregársela a los recolectores cuando éstos les toquen el timbre.

Cuatro cooperativas -con distinto grado de organización- están en lista de espera para ser tenidas en cuenta por las autoridades. Todas quieren entrar a la ciudad para efectuar este trabajo de recolección diferenciada. Las cuatro son del Gran Buenos Aires: hay dos que vienen del Partido de San Martín, una de ellas, de José León Suárez. Las otras dos son de la zona sur del conurbano, una es de Lomas de Zamora y se llama "Nuevos Rumbos" y la última está asentada en Lanús.

La razón por la que la Cooperativa "El Ceibo" fue seleccionada desde un primer momento es que está formada por vecinos de la Ciudad de Buenos Aires, y las autoridades alegan que su compromiso primario es con la Ciudad. De todos modos, las cuatro cooperativas bonaerenses serán tenidas en cuenta en un futuro cercano.

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