En la noche del martes, dos potencias se encontraron. En un pasillo, Daniel Scioli se cruzó con Sergio Massa y su esposa, Malena Galmarini. Primero, el gobernador saludó al intendente de Tigre que le respondió fría y educadamente, pero cuando se dirigió a su esposa, Malena Galmarini y le preguntó: “¿cómo estás?”, ésta, abandonando la hipocresía habitual en estos casos, le respondió groseramente: “con vos para el orto, pedazo de forro”.
Algo amoscado, unas horas después, el gobernador le respondió a un periodista que lo indagaba sobre el suceso, que él es “un caballero, respetuoso de todo el mundo, especialmente con las mujeres”, distanciándose del incidente y obligando al marido de la enojada dama a que se disculpe por ella.
Efectivamente, en la mañana de este jueves, Sergio Massa reconoció el incidente y dijo que “Malena le pedirá disculpas cuando se lo cruce” al gobernador, sin proponerse siquiera ir a buscarlo para tal menester.
Abundando en el relato sobre el cruce, Scioli declaró, redoblando su propuesta zen, que “me interesa buscar la tolerancia, la convivencia, defendiendo siempre lo mejor para la Provincia”. Esto, a pesar de que la señora de Massa lo insultó a él y no a la Provincia de Buenos Aires.
