La Ciudad Autónoma de Buenos Aires debuta con la novedad política de que una de las tres fuerzas principales del distrito, Unen, se presentará en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias con cuatro opciones para los electores que elijan participar en esta puja política. La denominación Unen aglutina a varios partidos, corrientes y agrupaciones. Radicales, progresistas, peronistas e independientes.
Quizás esta participación y cómo se resuelve a futuro sea lo que más intriga en este proceso electoral que tiene en el Pro –como en todos los anteriores– a un favorito que no corre riesgos. A ello nos vamos a referir en esta columna. Qué puede pasar tras las PASO.
Si bien las encuestas presentan un ordenamiento claro en la categoría senadores, en la cual la dupla Gabriela Michetti-Diego Santilli cuenta con una considerable ventaja sobre el kirchnerista Daniel Filmus, este, a su vez, se encuentra cómodamente alejado de los tres principales candidatos de Unen: Pino Solanas tiene alrededor de 12 puntos, mientras que el economista Alfonso Prat- Gay y Rodolfo Terragno le pisan los talones.
La categoría diputados nacionales es la que presenta algunas dudas respecto del corte que puedan sufrir las boletas de senadores y los cruces con otras opciones del mismo partido o incluso de otros. De ese modo, el rabino Sergio Bergman tiene la inquietud acerca de la cantidad de votos que podrá mantener su lista respecto de la de Michetti. Si el corte se verificara, este hecho no parecería ser un voto castigo hacia su persona u otros integrantes de la lista. Sería más bien una combinación elaborada por los votantes que podría favorecer a la chaqueña Elisa Carrió, quien lograría levantar considerablemente su escuálido guarismo del año 2011 cuando se presentó para presidenta de la Nación por la Coalición Cívica. Las encuestas le están dando a Lilita alrededor de 18 puntos (algunos dudan de esa cifra) en zona próxima al candidato K, Juan Cabandié, quien la superaría solamente por un puñado de puntos. El tema con este escenario es que otro candidato de Unen, Martín Lousteau, también figura con una adhesión cercana a los 10 puntos. Mientras Ricardo Gil Lavedra sufre por saber si su espacio, Juntos, entrará en la lista de octubre, ya que el reglamento interno de esa alianza exige el 22 por ciento de los votos totales de las listas de diputados de Unen para entrar en la lista que competirá en octubre. Fuentes ligadas a este espacio afirmaron que en caso de que este sector no alcanzara el piso, pediría encabezar la lista de legisladores para permanecer todos unidos hasta octubre. Ese lugar, por ahora, está garantizado para el presidente de La Alameda, Gustavo Vera, promovido por Lilita y con la venia del papa Francisco.
Por lo descripto arriba, el más perjudicado por el corte podría ser Bergman, ya que los beneficiarios futuros diputados de Unen tienen mayormente origen en la boleta de Michetti, aunque el kirchnerista Cabandié también navega en las encuestas alrededor de dos o tres puntos por debajo de Filmus.
La cuestión es que a los porteños, al no haber asistido a unas PASO como estas, nos cuesta saber cómo van a reaccionar las coaliciones (no solo Unen, sino la de Alberto Rodríguez Saá, que se presenta a senador con seis colectoras, y El Movimiento, que promueve, entre otros, a Juan Carlos Blumberg) y la gente tras estos comicios anticipados.
La política no es matemática y depende mucho de qué factores influirán tras estas PASO en la cabeza del electorado para saber cuál será su reflejo en octubre. Cuáles serán las prioridades. Desde sectores peronistas y hasta algunos kirchneristas piensan que uno de los principales objetivos para octubre es que Filmus abandone el Senado de una buena vez y deje su lugar para que otros espacios, generaciones e ideas sean promovidas por el peronismo de la Ciudad. Otros especulan con el resultado que pueda sacar Michetti, que cuenta con un antecedente: su propia mala elección en el año 2009, cuando no pudo pasar la barrera de los 32 puntos en un distrito en que su jefe, Mauricio Macri, duplica ese número en las segundas vueltas. Cualquier comparación con aquella compulsa la tendrá en un plano superador, ya que además de su carisma le ha agregado la dosis de campaña con la gestión de la que nunca se sintió parte. De hecho, el macrismo gestionando no lleva su impronta, salvo en rarísimas oportunidades. Y 2015 ya se juega dentro del submarino amarillo. Ella quiere y muchos otros no.
De todos modos, el que tiene la llave para que los procesos porteños pasen también por las primarias obligatorias es el actual jefe de Gobierno. Está claro que a él no le conviene y prefiere, como en esta ocasión, que las listas porteñas se definan puertas adentro de cada espacio y no en las PASO con el voto de la gente. Aunque quizá para las próximas elecciones a jefe de Gobierno y legisladores pueda llegar a necesitarlas.