El domingo, después de haber obtenido unos 520.575 votos, lo que representa el 27,54 por ciento del total de sufragios en la Ciudad de Buenos Aires, Gabriela Michetti y Sergio Bergman, ahora sí candidatos a senadora y diputado nacional por el Pro, respectivamente, hablaron en exclusiva con Noticias Urbanas.
Entrevista con Gabriela Michetti
“Creo que las internas son buenas, hay que trabajar mucho para que esa cultura se haga carne en la Ciudad”, consideró Gabriela Michetti, actual diputada nacional y candidata a senadora del Pro, a pocos minutos de haber finalizado una elección en la que obtuvo un resultado que le permitirá competir en las legislativas de octubre.
Sonriente y contenta con el resultado, expresó durante una charla con Noticias Urbanas su deseo de llegar al Senado para trabajar por la profundización de la autonomía porteña y presentar una ley de adopción. “Tenemos muchas ideas pero, sobre todo, quiero trabajar en proyectos que puedan ser comunes a muchas fuerzas políticas”, resaltó.
Es oriunda de Laprida, provincia de Buenos Aires, tiene 48 años, está de novia con el empresario Juan Tonelli desde 2010 y es madre de Lautaro, de 21 años. Asegura que su familia la acompaña y le brinda apoyo en su carrera política.
–¿Cómo vivió la jornada electoral?
–Fue muy lindo. Estuve con mi novio a la mañana un rato en casa, y recibiendo a mi familia del interior, que vino para apoyarme, a estar conmigo. Fui a misa como todos los domingos, aunque en realidad voy siempre a la noche, pero por ser un día de elección fui a la mañana. Luego fui a votar y después comimos empanadas en casa con un montón de amigos de la política y de afuera de la política. Después fui al búnker. Estoy muy contenta, y estoy contenta con el resultado también.
–¿Qué temas le gustará trabajar en el Senado?
–Nosotros vamos a ir al Senado con muchas ganas de pelear por muchas leyes que hemos peleado en diputados por la Ciudad. La autonomía porteña, la transferencia del área de la Policía Federal que le corresponde a la Ciudad, la transferencia del puerto, la articulación del transporte entre Nación, Ciudad y Provincia. Después, proyectos de ley míos que tienen que ver con la adopción. Yo he presentado tres propuestas en Diputados y ahora las voy a presentar en Senadores. También, leyes que tienen que ver con las políticas sociales. Por ejemplo, la evaluación de impacto de las políticas sociales, que es un proyecto que también presenté en la Cámara de Diputados y que el oficialismo no quiso votar. Tenemos muchas ideas pero, sobre todo, quiero trabajar en proyectos que puedan ser comunes a muchas fuerzas políticas. No hay que tratar de cortarse unos solos sino consolidar con varias fuerzas.
–¿Considera que será más fácil lograr consenso en Senadores que en Diputados?
–No he estado en el Senado y no tenemos senadores del Pro. Va a ser la primera experiencia. Pero supongo que al ser menos es un poco más fácil la conversación. Vamos a ir viendo con el tiempo.
–¿El próximo paso en su carrera política será competir por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad?
–Eso está siempre como una posibilidad, no es la única. Yo no tengo eso como un solo camino, digamos. Entonces lo vivo tranquila.
–¿Considera necesario que las PASO se implementen en la Ciudad para dirimir listas de legisladores y fórmulas para la Jefatura de Gobierno?
–Sí, creo que las internas son buenas porque hacen que la gente pueda elegir candidatos para las generales. Lo que pasa es que no tenemos cultura todavía de esto. Hay que trabajar mucho para que esa cultura se haga carne.
–¿Cómo es la relación entre su carrera política y su familia? ¿Hay reclamos por parte de su pareja o de su hijo?
–La verdad es que tengo la suerte de tener una pareja a la que le gusta la política, le gusta mucho lo que hago, me acompaña, muchas veces me “asesora”. Lo vivimos muy bien juntos. Mi hijo también, es una maravilla de chico. Tiene 21 años y me acompaña un montón. Si bien a él no le interesa hacer política, conmigo es muy compañero.
Entrevista con Sergio Bergman
“Para octubre tenemos un doble desafío”
El primer candidato a diputado nacional por el Pro, Sergio Bergman, responde las preguntas de este semanario, luego de conocerse los resultados que lo ubicaron primero, aunque casi cuatro puntos debajo de Michetti. Una brecha menor de la que pronosticaban las encuestas.
–¿Cómo vivió el domingo de elecciones?
–Con mucho entusiasmo de ver a la gente que nos acompañaba. Hemos obtenido un resultado muy alentador. Ahora tenemos un doble desafío, que es consolidar este resultado en octubre, lo que significa que los que ya nos acompañaron lo sigan haciendo, pero fundamentalmente que aquellos que no nos votaron lo hagan.
–¿Cómo imagina su tarea en el Congreso?
–En principio voy a integrarme y sumarme al bloque, aprender. Yo tengo la perspectiva de la Legislatura porteña, pero no me puedo confundir. Yo en esto todavía soy un aprendiz.
–¿Cree que fue muy rápido el paso de legislador a candidato a diputado?
–Sí, claro, fue muy rápido para mí y muy lento para un país que creo que tiene un Congreso que no funciona. Tenemos una autocracia ejecutiva unipersonal. Votamos y tenemos diputados pero hay una mayoría automática que va al recinto únicamente cuando la Presidenta lo pide. Lo que hacen es, por haber ganado una elección, manejarse como si fueran dueños de un país y no representantes. Nosotros no estamos en contra de lo que la gente votó, estamos trabajando para que haya una alternativa. Gracias a Dios y al trabajo la gente va visualizando que podemos ser esa opción. Falta ahora convencer a una primera minoría que nos acompañe en 2013 y después en 2015.
–¿Cuál es su proyecto político futuro? ¿Qué otro puesto le gustaría ocupar dentro de la política?
–En realidad, mi proyecto fue acompañar este espacio de manera plural y generosa. Mauricio Macri puede llegar a ser el próximo presidente, por lo tanto haré todo lo que me pida el espacio para acompañarlo.
–¿Alguna vez pensó en llegar hasta acá?
–No, la verdad es que no.
–Cuando era chico, ¿qué pensaba que iba a ser de grande?
–No sabía qué iba a ser. Después decidí que iba a ser farmacéutico. Estudié Farmacia y Bioquímica, trabajé en la industria farmacéutica. Después cambié de alquimia. Me convertí en rabino y ahora soy representante de la Ciudad de Buenos Aires. Tengo la plasticidad de hacer lo que la vocación y el destino me ponen en el camino.
–¿Cómo lleva adelante la tarea de legislador y rabino al mismo tiempo?
–En mi caso no hay mayor problema porque no estoy a cargo de una parroquia. Sigo siendo rabino pero trabajo para lo público. Me siento rabino de la sociedad argentina.