La política argentina dio un nuevo batacazo: el 11 de noviembre Pino Solanas se reunirá con el papa Francisco. El miércoles, el secretario privado del Sumo Pontífice conformó el encuentro.
Hasta aquí, ésta hubiera sido sólo una reunión más del excardenal primado de la Argentina con un dirigente político. Pero la pimienta la puso el propio Pino, que opinó que “es lamentable la especulación política que están haciendo con la religión”, como si él mismo hubiera vivido en un templo católico toda su vida.
Luego, entonado, Solanas arremetió contra la presidenta de la Nación, a la que acusó de cometer “actos de una enorme bajeza moral, sobre todo cuando quien lo utiliza es alguien que le había negado durante mucho tiempo una entrevista a Bergoglio”.
“Desde la Presidenta, Scioli, Macri y hasta incluso Insaurralde han desfilado para sacarse una foto junto al Papa Francisco” exclamó el cineasta, justo cuando se dispone a imitarlos.
Solanas, que termina de descubrir la fe, quiere conversar con el papa sobre los problemas ambientales que aquejan a la Argentina. “Son terribles las consecuencias sobre poblaciones enteras que tienen los delitos ambientales, así como también la inconcebible complicidad del Estado”, explicó Pino.
En una carta dirigida a Francisco, Solanas le relató que “nuestra alianza nació el 12 de marzo, un día antes de su nominación como Papa y conformamos la mayor unión de fuerzas políticas en la capital: UNEN”. También agradeció el diputado y candidato a senador el obsequio de un rosario por parte del Pontífice. “Es un gesto muy grande, que nos fortalece -escribió-, por supuesto que lo vamos a tener con nosotros en octubre”, adelantó.
La entrevista del cineasta con el papa fue gestionada por el candidato a primer legislador de Proyecto Sur, Gustavo Vera, que es amigo personal de Bergoglio.
