"El 18 de Diciembre de 2001, Cebex SA Brukman Confecciones hizo abandono empresarial, eludiendo sus responsabilidades y dejando un tendal de deudas al Estado, a los proveedores y a los trabajadores de la misma y a nuestras familias". De esta manera comienza el petitorio que los trabajadores de la empresa textil Brukman presentaron ante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Legislatura porteña.
En los considerandos del petitorio también se menciona que "luego del abandono de la patronal los trabajadores decidimos permanecer en nuestros puestos de trabajo, comenzar a tomar decisiones democráticamente en asamblea, elegir una comisión interna conformada por delegados con mandato revocable, pusimos a producir la planta y últimamente abrimos una Escuela de Oficios con el objetivo de generar trabajo genuino para los trabajadores".
"Cabe destacar -agregan- que durante el transcurso del año de lucha pudimos reincorporar a diez compañeros que por defender sus derechos fueron arbitrariamente humillados y despedidos. Y que desde el abandono a la fecha, la parte empresaria jamás demostró interés en la continuidad de los puestos de trabajo, cosa que hemos demostrado los trabajadores".
El reclamo que realizan los trabajadores de Brukman es "la estatización bajo control obrero de la fábrica con el objetivo de encontrar una solución a fondo en conjunto con los trabajadores; el mismo apunta a reorganizar la producción y lanzar un plan de obras públicas". Según ellos "esto nos permitiría brindar un aporte más para terminar con la desocupación, el hambre y las necesidades sociales. Queda demostrado que los únicos interesados en resolver los problemas del pueblo somos los trabajadores".
En el documento se exige la expropiación sin pago inmediata y definitiva de inmuebles, maquinarias y marcas de Brukman Confecciones, "para que los trabajadores continuemos con la producción bajo gestión obrera"; que el Estado porteño garantice los salarios de los trabajadores, como mínimo los de convenio, y que se otorguen subsidios no reintegrables por 150.000 pesos "para ampliar y diversificar la producción e incorporar más trabajadores actualmente desocupados, mediante la implementación de una Escuela de Oficios".
Además se plantea que el Estado compre la producción en función de las necesidades de hospitales, escuelas y otras instituciones, así como de la población carenciada, y el "cese inmediato y definitivo de las persecuciones policiales y judiciales contra los trabajadores de Brukman".