Una de las consecuencias que dejaron las últimas elecciones fue la consagración en la provincia de Buenos Aires de la innovadora liga de intendentes que irrumpió de la mano del diputado electo Sergio Massa y que lo catapultó como un presidenciable insoslayable para 2015.
Esta evolución no fue aleatoria. Desde 2003, pero especialmente desde 2007, para licuar (o directamente amputar) cualquier posibilidad de creación de poder por parte del gobernador Daniel Scioli, el Gobierno nacional estableció un contacto directo con los intendentes salteando a La Plata y brindándoles fondos para obras a cambio de lealtad política.
Posiblemente, Néstor Kirchner nunca hubiera imaginado que la estrategia se le volvería en contra a su esposa. Es que, como explicó una vez a Noticias Urbanas el intendente y diputado electo Darío Giustozzi (Almirante Brown), con la muerte del expresidente también murió la política.
Kirchner tenía ideado que el por entonces “Grupo de los 8”, una especie de miniliga de Massa con otros siete intendentes, jugara por dentro del Frente para la Victoria en las PASO. “Mirá que te vamos a tener que salir a pegar un poco”, le advertían al santacruceño, quien respondía: “Perfecto, no hay problema. Pero después de las primarias vamos todos juntos”, recuerda Giustozzi. Es que Kirchner no quería volver a pasar por un escenario como el de 2009. Finalmente, la Presidenta desmanteló esta idea y 2013 fue lo que fue.
Gobernadores en alerta. El intendente de General Villegas, Gilberto Alegre, uno de los más cercanos a Massa, pondera al Frente Renovador por ser un “espacio diverso, con apertura; una democracia de diálogo sin autoritarismo”. Todos tiros por elevación a la construcción kirchnerista. Pero por lo bajo reconoce que la opción Scioli 2015 está siendo encumbrada por parte de algunos gobernadores peronistas como parte de un síntoma reactivo al surgimiento exitoso de los jefes comunales bonaerenses.
Aunque por ahora ningún mandatario provincial se decante a viva voz por Scioli –y mucho menos por los presuntos paladines kirchneristas Sergio Urribarri y Jorge Capitanich–, el temor al aluvión massista puede jugar a favor del exmotonauta, especialmente porque el de Tigre y sus aliados tienen una impronta bonaerense muy fuerte –por cierto mayor que la de Scioli–, que puede levantar ampollas en los barones del interior.
Otro intendente muy allegado a Massa, el olavarriense José Eseverri, no se queda en medias tintas. En diálogo con NU, remarcó: “Lo que hicimos en la Provincia ahora lo están mirando con atención muchos intendentes del interior del país. Demostramos que podemos tener un rol que no teníamos antes”.
Pero hay un factor nada despreciable que explica por qué esta irrupción del eslabón más bajo en Buenos Aires: la coparticipación. En el mayor distrito del país el reparto de fondos hacia los municipios se rige por ley, por lo que los intendentes no le temen a Scioli como sí pueden temerle a la carencia de fondos frescos –y discrecionales– de la Nación.
Es muy temprano para predecir si lo del Frente Renovador generará una reacción en cadena en el interior del país. Por lo pronto, la segunda mayor intendencia argentina, la capital cordobesa, es gobernada por el radical Ramón Mestre, de fluidos vínculos con Massa.
Voto a voto en La Plata. En tanto, y como parte de la tradicional resaca electoral, la jefatura de campaña del massismo está abocada en el recuento de sufragios, en donde encontraron algunas suspicacias en el conteo provisorio del domingo 27 que los pueden llegar a favorecer, especialmente en el partido de La Matanza.
Según informaron a NU fuentes de la cúpula del FR, “con el recuento hay posibilidades de obtener el diputado nacional número 17 y el octavo por la tercera sección electoral a nivel provincial”.
Por ahora, desfilan por el Teatro Argentino de La Plata –donde la Justicia Electoral realiza el recuento final de la Provincia– los presidentes de junta de cada fuerza en cada distrito. Allí cantan los números de las actas y chequean, urna por urna, que haya coincidencia.
De comprobarse, el incremento de legisladores profundizaría, por un lado, al FR como tercer bloque en importancia en la Cámara de Diputados nacional y como principal fuerza opositora en la Legislatura bonaerense. Por las dudas, Massa sigue engrosando su bloque: la semana pasada sumó al radical Ricardo Jano, exaliado de Leopoldo Moreau, a su bloque en la Cámara baja provincial.