En la última sesión de la Legislatura porteña, el PRO consiguió en varias oportunidades los ansiados 40 votos para comenzar a cumplir con el abultado “check list” de fin de año.
Llamativamente, quienes acompañaron algunas de las iniciativas que el macrismo terminó imponiendo fueron los diputados
Julio Raffo, de Proyecto Sur, y
Rafael Gentili, ex Proyecto Sur y actual Sumar Izquierda Democrática.Es que a los dos legisladores se les acaba el mandato el mes que viene y de momento no tienen destino alguno. Gentili, por caso, habiendo quedado afuera de los candidatos de Proyecto Sur, decidió jugar solo con boleta corta. Lamentablemente no le fue muy bien:
no llegó a los 5000 votos y quedó afuera de toda discusión. Tras el magro resultado,
el legislador se sumergió en un llamativo silencio.
Raffo, por su parte, viene siendo apuntado -hace ya tiempo- como un “acuerdista” de la actual conformación legislativa. Sin embargo, después de la última sesión, en UNEN está la bronca y un grupo de dirigentes emitió un comunicado incendiario.
El documento que desde el título instaba a UNEN a “potenciar sus virtudes y evitar cortocircuitos” tenía fragmentos de alto voltaje. “La diferencia en la votación del pasado jueves en la Legislatura de la CABA, en torno a la ocupación de áreas parquizadas en las que se ‘habilita al Gobierno de la Ciudad a autorizar concesiones para la instalación de bares’; pone en tela de juicio la interpretación que hacemos de una de las consignas fuertes de campaña en la que señalamos “no hacer negocios privados con bienes públicos’”, se apuntaba en el texto.
Y más adelante seguía: “También pone en cuestión que los legítimos espacios institucionales no pueden ser objeto de instancias de toma y dacaporque los derechos de los actores políticos y sociales deben ser pública y transparentemente reconocidos y no objeto de ninguna transacción por otros temas que nada tienen que ver con esto. Y deshonra compromisos públicamente adquiridos con las organizaciones de vecinos que repudian la venta de la ciudad a negocios privados’.
Y para concluir, una suerte de rezo que pareció más bien una andanada de tiros a quemarropa: “Ojalá que la pequeña cuota de Poder que hoy se maneja no caiga rendida ante los favores que se mendigan”.“Que no frustren esta ilusión los apetitos crematísticos de unos pocos”. Demoledor.
El comunicado llevaba las firmas de los diputados porteños
Pablo Bergel (Proyecto Sur),
Adrián Camps y Virginia
González Gass (ambos del PSA), el diputado electo
Gustavo Vera (La Alameda) y el
Mario Mazzitelli(secretario General del PSA).No hace falta decir que el apuntado era ni más ni menos que el propio Raffo, quien “rápido de reflejos”
devolvió la gentileza con otro comunicado donde justificaba -o más bien intentaba justificar- sus recientes votaciones.
“Nunca debemos perder de vista que los proyectos se aprueban o se rechazan en razón de la evaluación que se haga respecto de su conveniencia o inconveniencia para los habitantes de la Ciudady sus derechos, y que toda decisión en una entidad colectiva (como lo es un Bloque o conjunto de legisladores) requiere no sólo debate, sino también la actitud de respeto a la voluntad que expresa la mayoría de sus miembros sometiéndose las minorías a los criterios mayoritarios”, respondió el guionista y cineasta.Lo cierto es que tanto él como el político en zapatillas estarían dispuestos a votar “lo que haga falta” con tal de quedarse en la función pública. Raffo, entonces, está a la espera de algún lugar en la Defensoría o la Auditoría. Gentilli pretende seguir en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad.