El Gobierno porteño decidió -tras un acuerdo con el rector de la UBA- extender a dos años, a partir del 1° de junio, la duración de las pasantías universitarias, que hasta ahora eran de 12 meses. Dichas pasantías fueron muchas veces cuestionadas desde la oposición desde la época en que Oscar Shuberoff era el mandamás universitario. Consideraban que era un precontrato laboral para las huestes de Franja Morada.
Las pasantías tienen por objeto la capacitación laboral de los estudiantes, sin embargo, el Gobierno de la Ciudad evaluó que un año resulta insuficiente para ese fin, por lo que decidió llevar el plazo a 24 meses, incluyendo las renovaciones que pudieran haberse producido.