Ibarra: “Quiero ser jefe de Gobierno en 2015”

Ibarra: “Quiero ser jefe de Gobierno en 2015”

Por Laura Di Marco

Ibarra dice que lo fácil nunca le gustó, que volverá a aceptar desafíos y que su trabajo judicial “está superado”. Se muestra confiado en que convocará nuevamente a los porteños, a pesar de Cromañón.


Al diputado por el Frente Progresista Popular, un espacio aliado del kirchnerismo en la Ciudad, parecen gustarle los desafíos difíciles. A pesar de que el karma de Cromañón lo sigue persiguiendo y la política no deja de recordárselo, Aníbal Ibarra está empecinado con ser jefe de Gobierno en 2015. “Siempre me gustaron los desafíos, lo complicado –confiesa–. Para lo fácil, que vayan otros. Por eso, nosotros vamos a empezar a caminar la Ciudad el año que viene. Tenemos que sumar a aquellos que están en una vereda de enfrente ficticia, los que están en otras fuerzas pero que comparten con nosotros puntos importantes para un proyecto de Ciudad.”

El exjefe porteño hizo una evaluación del cambio de gabinete tras la operación de Cristina Fernández y consideró necesario revisar el resultado de las elecciones para “hacer cambios” de cara a 2015. “Si se hace más de lo mismo, volveremos a tener los mismos resultados. Hay que revisar el resultado electoral y ver qué cosas funcionaron mal.”

–Usted habla de hacer cambios en la estrategia del Gobierno. ¿Cuáles deberían ser?

–Bueno, es evidente que si los resultados de las últimas elecciones no fueron buenos, algo se hizo mal. Y también es evidente que si se sigue haciendo lo mismo, vamos a obtener el mismo resultado. Yo no quiero ser una fuerza política testimonial en 2015 y ver si sacamos dos o tres puntitos más. O, si en vez de un 25, llegamos a 30 por ciento. En un balotaje se necesita más del 50 por ciento de los votos, y para eso hay que hacer alianzas. En 2015 hay una oportunidad y yo no quiero dejarla pasar.

–¿Entonces?

–Bueno, entonces vamos a salir a caminar la Ciudad a partir de 2014 para volver a atraer a aquellos que alguna vez nos han votado y que esta vez votaron por Unen e incluso por Macri, pero que tienen puntos de acuerdo con nosotros sobre un mismo proyecto de Ciudad. Y que, si se profundiza en las posiciones, pensamos más o menos lo mismo. Creo que en la puja “K versus anti-K”, que es tan fuerte, mucha gente se ha dividido en veredas que son ficticias, porque en el fondo pensamos una ciudad parecida.

–¿Cree que la política dejará de maltratarlo por Cromañón? Digo, no parece fácil que pueda llegar a ser jefe porteño en 2015 porque la gente no se olvidó.

–A mí lo fácil nunca me gustó. Me seducen los desafíos y, si son difíciles, mejor.

–¿No pensó en volver a la Justicia?

–No, para mí la Justicia es una etapa superada. Fue una muy buena etapa, pero no volvería a ella. Y ya que hablamos de eso, en la época en que yo fui fiscal solo éramos dos los que íbamos a contracorriente de una sociedad y de un sistema político que pensaba que jamás iban a meter presos a los militares. Fui uno de los que tempranamente consideró que los indultos eran inconstitucionales.

–¿Y no le parece un poco mezquino que uno de aquellos fiscales, Strassera, haya sido ninguneado y despreciado por el kirchnerismo?

–Me parece una estupidez competir por la política de los derechos humanos, porque tanto el kirchnerismo como Alfonsín en su momento fueron partes de una misma política, en momentos distintos del país. Yo reivindico lo que hizo Alfonsín, del mismo modo que a Strassera. Así como también creo que este gobierno ha hecho transformaciones que eran imposibles de imaginar, y de las cuales difícilmente se pueda volver atrás. Ya nadie creía que podían revisarse los juicios o profundizar la política de derechos humanos, y sin embargo se hizo. También era impensable una Ley de Medios que confrontara con la corporación mediática y se logró. Hasta los más acérrimos opositores no pueden ignorar esto.

–Sabrá que mucha gente no piensa así. Por tomar un tema reciente, esta semana se conocieron las pruebas Pisa, y la Argentina volvió a estar entre los peores países del mundo en materia de educación. El transporte sigue siendo caótico; el trabajo en negro es alto; la inflación sigue deteriorando el bolsillo de los que menos tienen…

–Son temas distintos y una prueba de que, a pesar de lo mucho que se ha hecho, faltan muchas cosas. En el tema educación, seguramente habrá que revisar cosas, pero el Gobierno ha invertido mucho –en infraestructura es muy notorio– para lograr una educación inclusiva y lo ha logrado. Luego, los planes dependen de cada provincia y habrá que revisar cómo se están desarrollando. Con respecto a la inflación, el equilibro es delicado. Este gobierno ha logrado bajar muchísimo la tasa de desempleo, y si la ecuación fuera baja inflación y alto desempleo, como sucedía en los 90, tampoco sería lo más recomendable. Hay que ajustar cosas, por supuesto, y lo que mencionás forma parte de las asignaturas pendientes. La prueba de esto es que quien ganó las elecciones fue jefe de Gabinete del kirchnerismo; es decir, emerge de este proyecto (NdR: En sintonía con Cristina Kirchner, Ibarra inicialmente no menciona directamente a Sergio Massa, sino que lo alude indirectamente).

–¿Y por qué cree que el massismo no logró una expresión porteña?

–Bueno, porque es obvio que esa expresión, en el espectro de la derecha, lo tiene a Macri. El votante de Massa no deberá a ir a terapia por tener que votar a Macri en la Ciudad, ambos forman parte del mismo espectro. Por eso creo que el gran perdedor en esa contienda fue Macri; haber aparecido en las últimas elecciones con una remera aludiendo a 2015 es la prueba de esa debilidad. Tuvo que recordarle a la gente que, a pesar del triunfo de su contrincante, sus anhelos seguían firmes. Sin embargo, me parece que a esta altura los teléfonos de Massa deben estar sonando mucho más que los de Macri. Mucha gente de Pro debe querer pasarse a sus filas.

–O del kirchnerismo. Mire si no la foto con Insaurralde.

–Me parece que no merece mayores comentarios esa foto. Se cruzaron incidentalmente y punto. Es una anécdota.

Punto por punto

• Estado civil. En pareja desde hace siete años, con una hija de 3 años, Lucía. Tiene otros dos hijos varones, de 23 y de 15, de su primer matrimonio.
• Profesión de su pareja. Licenciada en Turismo y artesana.
• ¿Auto o bici? Auto.
• Subte o metrobús. Subte.
• Barrio porteño. Palermo.
• Restaurante favorito. Alé Alé, en Almagro.
• Esquina porteña. Avenida de los Incas y Triunvirato.
• Perfume. Égoïste (Chanel) y Miracle (Lancôme).
• Figura histórica. Mariano Moreno y Salvador Allende.
• Un libro. El retrato de Dorian Grey, de Oscar Wilde.
• Una película. El Padrino (Francis Ford Coppola) y Atrapado sin salida (Milos Forman).

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