Se viven días álgidos en los pasillos del Congreso nacional y de la Legislatura bonaerense. Es que la irrupción del Frente Renovador trastocó los equilibrios de fuerzas de los últimos años en todas las cámaras y, ni lerdo ni perezoso, Sergio Massa buscó en los cargos el reconocimiento que siente que merece por los cuatro millones de votos obtenidos en octubre.
Solo unos días después de su acuerdo con el gobernador Daniel Scioli –en Tigre se jactan de tener filmado su ingreso en las oficinas de Massa para negociar–, con el que consiguió cambios en el presupuesto provincial, cargos en el directorio del Bapro para los suyos y otras yerbas, el FR quiso dar el batacazo en las instancias legislativas provinciales y nacionales.
Por lo pronto, al cierre de esta edición, estaba confirmado que el bloque massista de la Cámara de Diputados de la Nación tendrá como presidente a Darío Giustozzi, secundado por Alberto Roberti y con Ignacio de Mendiguren como vicepresidente tercero, a la vez que Mario Das Neves presidirá el interbloque con otros varios peronistas opositores. En tanto, la vicepresidencia tercera de la Cámara era para Graciela Camaño (si es que el Pro no lograba impedirlo).
Negociaciones en La Plata. Desde que se esfumó la tensión por el presupuesto, el massismo se abocó a la distribución de los cargos en las dos cámaras de la Legislatura provincial, en un reparto que puso a prueba la mano quirúrgica de Massa para contentar al heterogéneo armado que lo acompaña.
La situación en el Senado fue hostil para la Unión Cívica Radical, a la cual el massismo barrió de los cargos de la presidencia de Cámara, un hecho que no sucedía desde el retorno de la democracia.
La vicepresidencia segunda de la Cámara alta fue para Malena Baro, juninense y radical massista (un guiño al intendente aliado Mario Meoni), mientras que la vicepresidencia tercera estará en manos de Patricio Hogan, intendente saliente de General Alvarado.
En tanto, en la presidencia del bloque estará Jorge D’Onofrio (electo por la Tercera Sección), y como vicepresidente, José Luis Pallares (hombre fuerte del massismo en Lanús, en la Segunda Sección).
“A D’Onofrio lo elegí porque fue el primero que se jugó por mí, a Baro porque es una radical del interior, a Hogan porque es intendente y a Pallares porque fue el segundo senador declaradamente massista. Además, tuve que equilibrar entre los miembros del PJ y de la UCR del Frente, y entre los de la Primera y la Tercera sección y el interior”, explicó Massa a un interlocutor la noche del martes, en la que cerró los acuerdos.
En la Cámara de Diputados bonaerense la cosa fue menos sencilla. Un entramado de espacios heterogéneos hizo que las designaciones tengan marchas y contramarchas, aunque terminó ganando fuerza la opción de Jorge Sarghini como presidente del bloque, en un espaldarazo al operador massista platense Juan José Amondarain, que además reconforta a su aliado Roberto Lavagna, con quien Sarghini tiene una vieja relación política.
“Al estar Camaño y Giustozzi beneficiados en el reparto nacional, cayeron Rubén Eslaiman y Mario Giacobbe”, explicaron desde el FR. Es que Eslaiman (electo por la Primera y oriundo de San Martín) es un histórico ladero de la esposa de Luis Barrionuevo, así como lo es Giacobbe del exintendente de Almirante Brown, por lo que ambos, al ser beneficiados sus referentes, quedaron apartados de algún premio en la Cámara baja provincial.
En este complejo tablero aparece también Mónica López, referente de Avellaneda y excandidata a vicegobernadora de Francisco de Narváez. Figura resistida por algunos de sus pares, era señalada como la probable vicepresidenta del bloque por ser de la Tercera, representando esa sección en lugar del ya premiado Giustozzi.
Cruje el kirchnerismo. El oficialismo hizo retumbar su interna también en esta ocasión. El diputado provincial Fernando “Chino” Navarro fue tempranamente anunciado como el presidente del bloque –reemplaza a Juan de Jesús, el hombre de Amado Boudou–, algo que despertó suspicacias, al igual que la distribución de los cargos a favor de Horacio González y el camporista José Ottavis en la jefatura de la Cámara.
“De los 42 legisladores oficialistas la mayoría son kirchneristas y camporistas, pero hay 16 que responden a Scioli y Florencio Randazzo y otros autodenominados independientes que se disgustaron porque el reparto de los cargos fue para un solo bando”, explicó una fuente legislativa.
Si bien es improbable una ruptura en el bloque, la reunión a última hora de los díscolos en la víspera de la fecha de cierre de acuerdos para amenazar con una fractura enciende una alarma en el tándem kirchnerista-sciolista: la interna comienza a percibirse incontrolable.
Justo mientras se cocían estas habas, el jefe de Gabinete y nueva estrella del firmamento kirchnerista, Jorge Capitanich, se reunía con Mauricio Macri en la Rosada, ubicándolo en el epicentro del escenario opositor. La foto anticipada del balotaje 2015 que anhela la Presidenta era tomada mientras los dos presidenciables más fuertes contaban porotos y algunas migajas en la ciudad de las diagonales.