La derrota del senador Daniel Filmus y la consecuente pérdida de su banca, parece haber marcado nuevos rumbos en el kirchnerismo de la Ciudad. Aunque aún no sean muy visibles, a partir de la nueva conformación de la bancada del interbloque K en la Legislatura porteña se intuyen algunos movimientos.
En el kichnerismo porteño conviven el Frente para la Victoria, que incluye al PJ, a la Cámpora, al Movimiento Evita, a Carlos Tomada y otros referentes del distrito, como Guillermo Moreno. Funcionan además como aliados cuasi permanentes, sobre todo en la Legislatura, la gente de Nuevo Encuentro con Campagnoli, el Frente Progresista y Popular de Aníbal Ibarra y el Sindical Peronista de Claudio Palmeyro.
La Cámpora tiene en el distrito a dos referentes activos e importantes, Juan Cabandié que acaba de dejar la jefatura de bloque, que ostentó durante su paso legislativo local y Andrés “el Cuervo” Larroque, que desde el liderazgo nacional siempre tuvo -tiene aún- intenciones de manejar el distrito.
Los dos, sin embargo, coincidieron en complicarle un poco el camino a Jorge Taiana. Nada personal, pero sí en lo referente a su pertenencia política, el Movimento Evita. De ese modo y a pesar que desde Olivos el ex canciller gozaba del aval presidencial, la decisión terminó favoreciendo a la designación como jefa de bloque de Gabriela Alegre, que los últimos años se referenció en Cabandié y que anteriormente fuera directora de Derechos Humanos del Gobierno porteño, durante el gobierno de Ibarra.
Luis Aragón (Martín Fierro) juró ayer y es quien suplanta al hijo de desaparecidos en los dos años que le restan de mandato en la Ciudad. A éste se debe sumar a Lorena Pokoik electa en 2013, militante de la agrupación Descamisados. Ambos tienen una excelente relación con Carlos Tomada, figura emblemática de la militancia del distrito. Aunque también tienen buena relación con Larroque, difícilmente el Cuervo los pueda alinear en la puja.
Pablo Ferreyra, de escasos antecedentes, más allá de ser el hermano del militante del Partido Obrero asesinado, era el punto más alto de conexión del Cuervo con la Legislatura. Él fue quien inventó la lista y a él le responderá, al menos en esta primera etapa. Ahora, la presencia de Paula Penacca, que suplantará seguramente a Alejandro Amor -que se va en marzo a la Defensoría del Pueblo-, le dará a Larroque más ingerencia en el bloque.
Taiana es sindicado por muchos peronistas como un posible candidato a jefe de Gobierno porteño, luego de transitar un par de años por el parlamento porteño, lo que empezará a hacer en estos días. Para esa carrera también está anotado su ex colega Carlos Tomada. El esquema nacional que corone dentro de un año y medio influirá de manera decisiva en los nombres de los que enfrentarán al Pro y a Unen, ambos con referentes importantes en el distrito.
En resumen, Cabandié se conecta en el distrito de una manera más cercana al peronismo de la Ciudad y está dispuesto a continuar ese camino más allá de su salto al Congreso. Hoy no sólo cuenta con un referente propio en la jefatura del bloque, sino que por cantidad de nombres y densidad, articula mejor en la interna del Interbloque. La prueba está en que las propuestas del kirchnerismo para los organismos descentralizados fueron todos nombres ligados al peronismo local y ningún paladar negro de los K.
El PJ convocó a internas para abril del año próximo y el partido que hoy preside Andrés Rodríguez seguramente quedará en manos de Víctor Santa María, quién apuesta fuerte (al igual que todos en el peronismo) a conquistar la Ciudad en el 2015. El Movimiento Evita no acusó el desplante a Taiana y planteó colaboración y trabajo para lograr el objetivo de acceder al gobierno en la Capital.
Carlos Zannini es el encargado del Gobierno nacional de ordenar el distrito ante cada desafío electoral y es además quien logra que los equilibrios mantengan a la tropa unida, que hoy por hoy es la segunda minoría en la Legislatura porteña.
Para completar el mapa, en otro puesto clave, un ex presidente del PJ, Juan Manuel Olmos, ostenta la presidencia del Consejo de la Magistratura porteño, desde el cual ahora preside también el organismo nacional que los agrupa. Es sabido que Olmos – siempre respetando sus incompatibilidades- es y ha sido un hombre de consulta clave para las decisiones estratégicas, tanto desde la Rosada como en el escenario de la Ciudad. Hoy está abocado a reelegir en el Consejo y nada adelanta a los que lo rodean sobre sus planes futuros. Una incógnita que se irá develando más cerca del 2015. Mientras tanto su mujer María Rosa Muiños, que termina de jurar como legisladora porteña, secundará a Santa María en este tramo de la vida política del peronismo del distrito.