Cuando se vote jefe de Gobierno habrá PASO y boleta única

Cuando se vote jefe de Gobierno habrá PASO y boleta única

En la Ciudad de Buenos Aires habrá PASO y boleta única. Y en un futuro no muy lejano, voto electrónico. Las claves para entender cómo vamos a sufragar.


Reforma política: dícese de un término –o incluso una utopía– muy caro a la democracia. En nuestro país, la tan mentada reforma siempre se hizo desear, y cuando se concretó quedó rengueando: siempre es perfectible. La Ciudad de Buenos Aires, por su parte, no corre una suerte muy distinta. Mayor calidad institucional y transparencia en el juego político hablan de una demanda social que es, a esta altura, más que un secreto a voces. Según los especialistas en derecho constitucional consultados por Noticias Urbanas, las experiencias en el mundo de, por caso, el planteo de boleta única y el sistema de elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias son alentadoras. Sumado al ahorro de recursos –en principio, de impresión de boletas– que la iniciativa propicia y el camino allanado para el proceso de fiscalización, bondades sobran. Aunque existen, desde luego, aspectos sobre los cuales habrá que seguir trabajando, como el control de financiamiento de los partidos políticos y de las campañas electorales, y un mayor estímulo a la participación cívica, más allá de la que se efectiviza –o no tanto– en las esferas previstas en el poder comunal, todas dimensiones significativas a la hora de hablar de una reforma política con todas las letras. Ahora falta que las novedades se pongan en juego en las próximas elecciones. De todos modos, por el momento, todo indica que es punto para Macri.

Así las cosas, el lunes, en una sesión especial presidida por el vicepresidente I del cuerpo, Cristian Ritondo (Pro), la última antes del recambio legislativo, la Legislatura porteña aprobó después de una votación que resultó con 47 votos a favor, uno en contra (de Alejandro Bodart, del MST) y 10 abstenciones del kirchnerismo, la ley que establece la utilización de boleta única en los comicios locales y la puesta en marcha de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). En esa votación, también, se aprobó la Ley de Ética Pública porteña.

Helio Rebot, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento porteño, declaraba antes de la votación: “Este sistema todavía no tenía su correlato en el orden local, así que por ese motivo queríamos incorporar esta saludable práctica en el ámbito porteño. Después de un gran esfuerzo hemos llegado a un texto de consenso que obra en las bancas”. Rebot además agregó que los legisladores de distintos bloques se habían comprometido a trabajar para llegar a la sesión especial con un texto consensuado, elevado a la Legislatura el año pasado por el propio Jefe de Gobierno, Mauricio Macri. No obstante, previo a la discusión en el recinto, Gabriela Alegre, del Frente para la Victoria, adelantó la abstención de su bloque respecto al proyecto de boleta única y el voto negativo, por otro lado, para las PASO. “No se incluyen referencias al financiamiento de las campañas y a los espacios en medios de comunicación, y se deja al vicejefe de Gobierno fuera de la fórmula. Además, solo se incluye en la boleta a los tres primeros diputados de la lista, lo que potencia el principal problema de la lista sábana”, explicó.

A su vez, como ya se mencionó, en aquella sesión especial al proyecto de boleta única se le sumó la iniciativa que busca implementar las primarias en el ámbito porteño, a pedido del bloque Unen, al que, según se supo, Mauricio Macri accedió sin mayores resistencias. “Se trató de un trabajo muy arduo de consenso con diputados y asesores”, afirmó Rebot. Por otra parte, en cuanto al régimen de la boleta única sostuvo: “Hemos tratado de que sea lo mas sintética posible en su diseño para que los ciudadanos no tengan mayores complicaciones. De esa forma lograremos que se eviten algunas prácticas cuestionadas, poco democráticas. Este sistema va a estar vigente en las elecciones primarias y en elecciones generales”.

“Esta ley es el resultado de muchos años de trabajo, más allá de que el proyecto se materializó el año pasado. Ahora –contó Rebot sobre la nueva impronta electoral que prevé la implementación en un futuro del voto electrónico– falta la reglamentación y revisar algunos aspectos instrumentales. Pero lo importante es que el votante ya no se va a encontrar con 20 o 30 boletas. Desaparece, a su vez, la obligación de los partidos políticos de garantizar la presencia de las boletas en el cuarto oscuro, lo cual beneficia sobre todo a los partidos que no cuentan con un amplio aparato de distribución y de fiscales. De esa manera se evitaría el problema del robo de boletas que suelen denunciarse en las elecciones.”

“Nos falta seguir profundizando los cambios, como por ejemplo a partir del código electoral porteño, que ya está en un 90 por ciento hecho. Pero esta es la primera vez que la Ciudad se arriesga tanto en cuestiones de reforma política”, expresó Rebot, en diálogo con NU.

Cómo será la boleta única

La boleta única incluirá todas las categorías comprometidas en la elección y estará dividida en espacios, franjas o columnas para cada agrupación política que cuente con listas de precandidatos o candidatos oficializadas. Allí deberán figurar todas las opciones de las respectivas categorías de cargos a cubrir en la elección, permitiendo al elector marcar la agrupación política o la lista de su preferencia. Por eso habrá un casillero en blanco próximo a cada tramo de cargo electivo y un casillero en blanco de mayores dimensiones destinado a elegir una lista completa.

La boleta única incluirá todas las categorías (jefe de Gobierno, legislador y miembros de las juntas comunales) de todos los partidos políticos. Pero no estará detallada la lista completa de los candidatos a diputados, como sucede hasta el momento, sino los nombres de los tres primeros, en tanto que el resto estará exhibido en una lista en la pared del cuarto oscuro. Este punto es uno de los principales focos de cuestionamientos.

El elector, por su parte, tendrá que marcar con una cruz cuáles son las listas y fórmulas de candidatos por los cuales vota. Es decir que si quiere “cortar boleta” no deberá llevar tijeras sino marcar candidatos de distintos partidos o alianzas, en las diferentes categorías que se sufraguen.

La boleta tendrá igual tipografía y tamaño de letra para cada partido, procurando que ninguna opción electoral se destaque respecto de las demás. El ciudadano expresará su voto mediante una marca en alguno de los casilleros en blanco, que en forma indubitable y transparente permita identificar el sentido de su sufragio, a la vez que le facilite manifestarse por la agrupación de su preferencia. Si los candidatos de alguna categoría no son elegidos por el votante, se considerará que ha sufragado en blanco en ese rubro. Y si se llegase a registrar que votó a dos candidatos diferentes en un mismo rubro, se le impugnará el voto en esa categoría, pero será válido en las demás si en estas el sufragio fue bien efectuado.

Un detalle no menor, en pos de que todos los candidatos tengan la misma visibilidad, es que la norma también prevé que el orden de aparición de los precandidatos o candidatos en las boletas únicas sea sorteado públicamente con una antelación no menor a 35 días corridos del acto eleccionario. Asimismo plantea la instrumentación del alfabeto braille, a ser utilizado por las personas no videntes de modo de poder ejercer sus derechos electorales, y para aquellos electores no videntes que lo desconozcan se dispondrá, por otra parte, en todos los centros de votación, de reproductores de sonido con una guía que oriente al elector.

La norma también prevé la puesta en marcha de medidas para implementar, en el futuro, sistemas electrónicos de votación que reemplacen la boleta en papel.

Cómo serán las PASO

El texto de la ley plantea que todas las agrupaciones políticas que intervienen en la elección de autoridades locales en Buenos Aires proceden, en forma obligatoria, a seleccionar sus candidatos y candidatas a cargos públicos electivos locales mediante elecciones primarias, en un solo acto electivo, con voto secreto y obligatorio, aun en aquellos casos en que se presentare una sola lista de precandidatos y precandidatas para una determinada categoría. En dicho acto electoral, para el cual los partidos políticos pueden concertar alianzas transitorias siempre que sus cartas orgánicas lo autoricen, se podrán elegir, por lo demás, jefe de Gobierno, diputados y miembros de las juntas comunales.

La convocatoria a elecciones primarias la realizará el jefe de Gobierno al menos 90 días corridos antes de su realización. A su vez, podrá adherir a la simultaneidad prevista en la Ley nacional 15.262 y en el Art. 46 de la Ley nacional 26.571. Las elecciones primarias se celebran con una antelación no menor a 65 días corridos ni mayor a 120 respecto de las elecciones generales.

Por otra parte, se utilizará el mismo padrón que para la elección general, y los electores tendrán el mismo lugar de elección que en los comicios generales. Cada vez que sufraguen, por supuesto, podrán emitir un voto por cada categoría de cargos a elegir, ya que la boleta única es para todos los comicios, incluidas las PASO.

Para obtener el reconocimiento correspondiente, las listas de precandidatos y precandidatas intervinientes deberán registrarse ante la Junta Electoral Partidaria en un plazo no menor de 50 días corridos antes de las elecciones primarias, mediante la presentación de un acta constitutiva. En cuanto a la campaña electoral, no podrá iniciarse hasta 30 días corridos antes del acto eleccionario; la publicidad electoral audiovisual no podrá iniciarse hasta los 20 días anteriores a dicho acto. En ambos casos, finalizan 48 horas antes de la fecha de los comicios.

La elección del candidato a la Jefatura de Gobierno de cada agrupación política se realizará en forma directa y a simple pluralidad de sufragios, entre todos los precandidatos participantes en la categoría. Mientras que para la conformación final de la lista de candidatos a diputados de cada agrupación política se aplicará la fórmula D’Hont entre todas las listas de precandidatos participantes en la categoría. Cada agrupación política podrá establecer requisitos adicionales en su carta orgánica o reglamento electoral. Y, por último, para la conformación final de la lista de candidatos a miembros de la junta comunal de cada agrupación política también se aplicará el sistema D’Hont entre todas las listas de precandidatos participantes en la categoría en cada comuna. Cada agrupación política, al igual que en la elección de candidatos a diputados, podrá establecer requisitos adicionales en su carta orgánica o reglamento electoral.

En esas elecciones, los partidos competirán con su candidato a jefe de Gobierno, pero no incluirán en esa instancia la fórmula completa, con el vicejefe. Ese binomio se completará en los comicios definitivos (como ocurre en el Uruguay o en los Estados Unidos), de manera que el candidato vencedor en las primarias puede integrar la fórmula con alguno de los que sacaron menos votos en la interna.

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