"Decidimos bajar un poco los decibeles y optamos por pedirle a Mauricio Macri la aplicación de nuevas normas de convivencia en el bloque, en lugar de romper", relató a NOTICIAS URBANAS en off the record un legislador del grupo Nogaró, tras el almuerzo que este sector del macrismo "rebelde" mantuvo en el hotel que les da nombre.
Tal como adelantó esta agencia en su edición del lunes, allí se barajaron dos alternativas. Por un lado, la ruptura del bloque y la conformación de un interbloque con el grupo Festilindo, que responde a la conducción de Gabriela Michetti y que es más afín a la conducción del presidente de Compromiso para el Cambio. La otra opción, que contaba con más consenso, era presentarle al empresario un programa de normas de convivencia dentro del bloque e intentar que éste lo acepte. Triunfó esta última postura y ahora le pasarán la pelota al presidente de Boca, quien deberá decidir si admite el contrato o no.
Entre los pedidos figura la construcción de una mesa paralela a la mesa de conducción, que estaría conformada por Jorge Mercado y Juan Carlos Lynch. De esta manera, los Nogaró buscan contrarrestar la mayor llegada a Macri que tienen los legisladores del grupo rival. "Van, le llenan la cabeza a Mauricio antes de la reunión de la mesa de conducción y después se terminan tomando las decisiones que ellos quieren, aunque en la mesa somos mayoría", se quejó otro legislador Nogaró, también con el grabador apagado.
El diputado Jorge Mercado dio, en cambio, una explicación menos conflictiva: "Lynch y yo somos las autoridades de la Asociación Cambiemos Buenos Aires -una ONG que está armando este grupo para trabajar en la Ciudad-. Lo que queremos es que Macri reconozca a esta organización como un brazo más de su esquema y establezcamos juntos mejores lazos de comunicación", señaló. Pero la iniciativa de crear una asociación no es bien vista por el empresario, a quien no le hace gracia la presencia en su espacio de una ONG que no sea la Fundación Creer y Crecer.
Otra estrategia que estudian aplicar los Nogaró es hacer valer la mayoría de votos que tienen en el bloque a la hora de definir posturas, en contraposición con la política de consenso que se viene utilizando hasta ahora.
La vuelta atrás de la iniciativa del interbloque se debe, fundamentalmente, a que Macri no acepta esta opción intermedia, por lo que la ruptura del bloque significaría el destierro total de quienes decidan alejarse, algo que muchos diputados no se encuentran en condiciones de soportar.
