El escueto parte de prensa del Gobierno de la Ciudad reza que "los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires mantuvieron hoy (jueves) sus servicios de manera normal, mientras que en sólo seis de los 33 hospitales tuvo escasísima repercusión el paro convocado por uno de los gremios que actúa en el sistema público de salud de la ciudad. En 27 hospitales generales y especializados de la ciudad, la actividad cotidiana y la programada se desarrolló normalmente, a pesar de la medida de fuerza que a la que convocó la Asociación de Trabajadores del Estado. La protesta de ATE sólo afectó aproximadamente un dos por ciento de los pacientes que se debían atender". Punto final.
Extrañamente sereno para un dia de paro, el secretario de Salud de la Ciudad, Alfredo Stern, basa su serenidad habitual más que en el poco acatamiento que tuvo la medida de fuerza, en su convencimiento que las cosas están marchando casi tal cual las pensaron al inicio de la gestión.
"Tenemos sólo dos objetivos: mejorar la accesibilidad y corregir la inequidades entre el Norte y el Sur. Y las dos las estamos cumpliendo", asevera con el dejo de seriedad que lo caracteriza. Le cuenta a este cronista que en casi todas las áreas de salud hace más de 25 años que no se hace nada. Y con orgullo asegura que en este momento "estamos haciendo una gran inversión edilicia, practicamente en todos los lugares de atención, recuperando hospitales y centros de salud, como el recientemente construído Nº 5 de 1200 metros cuadrados, o los dos pabellones del Borda cuya inversión ronda los 20 millones de pesos, o las importantísimas obras en el Elizalde o el Vélez Sarsfield y podemos seguir".
Stern asegura que en el año 2002 la Secretaría de Salud agotó el stock de reserva de insumos, pero que dos años después revirtió la tendencia y hoy está llegando a aquellos niveles de reservas que había antes de la crisis. "Si quieren vamos al depósito central y los vemos, hay insumos para tres meses", desafía el secretario, quien luego señala que "de los 7.000 insumos que tenemos en los hospitales, los 500 básicos están hoy absolutamente garantizados en todos ellos, mientras que los demás no es que no existen, sino que no registran existencia plena en todos los establecimientos".
También destaca que la renovación tecnológica es otro de los objetivos que se está cumpliendo ahora luego de muchos años de espera. "Es tremendamente complejo, entiendan que estamos hablando de miles de equipos de alta tecnología cada uno con determinada especificidad. Y luego de un riguroso estudio de necesidades estamos ya llamando a licitación para adquirirlos", dice el secretario. Los nuevos equipos serán fundamentales para seguir aumentando la producción médica "que, proyectada, tiene un crecimiento acumulado entre el 2001 y el 2004 del 18 por ciento".
Días atrás salió una solicitada de la Asociación de Médicos Municipales que cuestionaba los directores de hospital que había nombrado Stern y la modalidad de concursos. "Es cierto que durante la crisis del 2002 y el año electoral del 2003 nombré directores, ya que no existían las mínimas condiciones que hoy hay para realizar los concursos de manera transparente y eficaz. Esta gente (por la Asociación) confunde los roles; ellos deben cumplir con una función gremial y no la de manejar la Secretaría. El plan de Salud lo fija el Gobierno y lo instrumentamos desde el Ejecutivo. Siempre estamos dispuestos al diálogo pero cada uno en su lugar. Además, los que antes pedían concursos ahora que los tienen empiezan con los reclamos".
El tema de la profesionalización lo desvela, y ahí nomás tira la cifra de 70 millones de pesos, que es la que maneja un director de hospital. "Hay que estar preparado para eso, por eso quiero concursos, donde además del examen teórico por oposición, se presente un Plan de Manejo de la Institución y quien resulte ganador firme un compromiso de gestión en relación al proyecto presentado. Con esto le sumamos transparencia y eficiencia a la ley", sostiene. Piensa un segundo y sigue, "para mí, obvio que era más fácil no hacerlos y nombrar directamente, por eso no entiendo la crítica cuando hace muchísimos años que no se hace un concurso", termina.
Repasa la situación nacional en donde le dedica un comentario respetuoso al ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, y deja para el final una reflexión acerca de los sindicatos con los que lidia: "Si ponemos el bien común como el objetivo central, seguro vamos a caminar juntos en esa construcción. Deberían tener en general, a mi entender, un mayor grado de racionalidad en los reclamos. Lo que no se puede tolerar es que dejen a la ciudadanía como rehén de sus protestas. Cualquiera sea la razón, el sistema es de y para los pacientes y no de ellos", finaliza Stern.