Pese al trabajo mancomunado entre funcionarios del Gobierno porteño y el nacional para poner fin al piquete de nueve días en la Autopista Illia de parte de habitantes de la Villa 31, los representantes de ambas administraciones volvieron a acusarse mutuamente respecto a las responsabilidades sobre el asunto.
A primera hora de la mañana fue el ministro de Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro quien aseguró que “el que estuvo en el lugar fui yo”. “Yo estuve presente en toda la situación. Decir que no nos ocupamos, es mentir”.
De parte de Presidencia, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich afirmó que la autopista logró ser liberada merced a la “intervención activa del Gobierno nacional” en virtud de “la inacción de una de las partes”, en referencia al Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Respecto a la situación de los vecinos, que reclaman 50.000 pesos de subsidio o solución habitacional, este miércoles se va a realizar una reunión en el Ministerio de Desarrollo Social porteño.
“La vía del reclamo con el corte de una calle o autopista no es la forma de llevarlo adelante. Desarrollo Social evaluará cada una de las situaciones. No se va a generar una excepcionalidad a una situación de corte”, aclaró Montenegro.