por Daniel Galvalizi
Aunque no se sabe de quién fue la idea inicial, aunque el obvio destinatario político era el adversario común, Sergio Massa, el partido de fútbol en la playa que estaban organizando macristas y sciolistas se vio suspendido debido a que la cúpula del Pro vio que iba a ser negocio para una sola parte, y no precisamente ellos.
El encuentro tenía lugar y fecha asignada: este sábado a las 17 en el Balneario 12 del principal destino turístico del país, una vidriera que aseguraba la repercusión en todo el país con la foto en los diarios del comingo. Además, habría estado previsto sumar incluso contertulios estelares como los ex futbolistas históricos de Boca Jrs.
Si bien nunca llegó a estar ciento por ciento confirmado, desde ayer algunos medios comenzaron a filtrar la movida, que se repetía como espejo con la de hace exactamente un año, cuando ambos jugaron al fútbol.
“Iba a ir a jugar pero Emilio (Monzó) cree que le sirve solo a Scioli”, le confesó Macri a una persona de su cercanía cuando le consultó si el sábado próximo se iba a concretar la gran foto política de lo que va del año.
Como confirmaron dos fuentes distintas a NU, Monzó y el equipo del Pro (y tal vez el propio Macri) advirtieron que la jugada iba a tener como principal beneficiario a Scioli, quien iba a poder mostrarse magnánimo ante un líder opositor, pero a la vez subordinado a él.
Además, era un mensaje de unidad de precandidatos del espectro del centro liberal, electorado que deben pelear voto a voto con Massa si quieren acceder a la Presidencia.
Finalmente, el partido –que seguramente negarán su existencia desde el Pro y desde el sciolismo- no se llevará a cabo por el momento y Macri remitirá su visita a Mar del Plata para instalarse, acompañado de su primo Jorge y de su vicejefa y elegida para la Provincia, María Eugenia Vidal.
