Como era de esperarse, el pedido de indagatoria a Amado Boudou revolucionó la agenda política del día. Dado que, es la primera vez que dicho hecho sucede en democracia.
La primera en transmitir sus reflexiones acerca de la situación procesal del vicepresidente, Amado Boudou, fue la diputada Elisa Carrió. A través de la red social Twitter, sugirió que el vicepresidente es un chivo expiatorio a través del cual el PJ busca reorganizarse en pos de retener el poder. Con o sin la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Con ironía, la diputada por el PRO, Laura Alonso, hizo mención a los informes del ciclo partidario “6-7-8”. También, se acordó de Ricardo Echegaray, otro de los imputados en la nómina elevada por el fiscal Di Lello al juez Lijo. Sin embargo, parece ser que lo ve mejor posicionado que Boudou frente al porvenir de la causa Ciccone.
Menos simpáticas y más aguerridas, las diputadas Alcira Argumedo (UNEN) y Patricia Bullrich (Unión PRO) salieron a pedir el juicio político para el exministro de Economía. Cosa que a la exministra de la Alianza le valió el cruce de la legisladora porteña K, Gabriela Cerruti. Quien le enrostró el proceso judicial por las escuchas ilegales, en el que Mauricio Macri se encuentra envuelto.
Internas, chicanas y pedidos de destitución. Definitivamente, y a su pesar, Amado Boudou sabe ser Trending Topic en la política argentina.