Amor, nuevo defensor

Amor, nuevo defensor

El nuevo ombudsman porteño asumió su cargo prometiendo "ganar la calle para enfrentar los problemas que existen en la sociedad", siguiendo a Francisco. Planteó que el organismo "no puede ser neutral".


En un concurrido acto que se realizó en el Patio de la Procuradoríadela Manzanade las Luces el miércoles a las seis de la tarde, Alejandro Amor, que había asumido su cargo de Defensor del Pueblo de la Ciudadde Buenos Aires en la mañana, anticipó los lineamientos que encarará durante el ejercicio de su gestión, que se extenderá por un lapso de cinco años.

Amor fue el único orador de un acto que tuvo la particularidad de reunir a militantes de disímiles sectores políticos, incluso algunos  enfrentados entre sí. Se pudo ver entonces a los sindicalistas Hugo Moyano, Andrés Rodríguez, Julio Piumato y Gerónimo Venegas y al representante de la agrupación kirchnerista La Cámpora, Dante Sironi, que se desempeñará como Secretario General, una especie de jefe del gabinete de trabajo que conducirá Amor.

Otros invitados fueron el jefe del poderoso Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires, Amadeo Genta; los ministros de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera y de Desarrollo Urbano, Daniel Chain; una constelación de legisladores y ex legisladores porteños –Amor fue uno de ellos hasta el nueve de diciembre último- que incluyó, entre otros, a Carmen Polledo, Victoria Morales Gorleri, Juan Pablo Arenaza, María Rosa Muiños, Claudio Palmeyro, Gabriel Fuks y Aníbal Ibarra.

También se hicieron presentes los auditores Santiago de Estrada y Eduardo Epszteyn y el actual subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Educación de la Nación y ex legislador, Francisco Tito Nenna, el titular dela PastoralSocial, padre Carlos Accaputo y el presidente del Consejo dela Magistratura, Juan Manuel Olmos. El dato de color lo aportó el ex juez español Baltasar Garzón que, sorpresivamente, participó del convite.

Al comenzar el acto, la presentadora leyó las adhesiones, entre las que se contaron las del cardenal primado de la Argentinay arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli; la de Mauricio Macri, que además le envió a Amor una amable carta; la de la ministra de Industria, Débora Giorgi; la del presidente de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde; las de las diputadas nacionales María del Carmen Bianchi y Laura Giacone; las de las legisladoras porteñas Susana Rinaldi y Virginia González Gass; la de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas; la del Defensor del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Bonicatto y las de otros defensores del pueblo de distintos lugares del país.

Junto con Amor asumieron sus cargos los defensores adjuntos Claudio Presman; Oscar Zago; Lidia Saya; José Palmiotti y María América González, a los que el nuevo defensor general presentó cuando hizo uso de la palabra. Luego éste invitó a subir al estrado a sus antecesores en el cargo Antonio Cartañá, Alicia Oliveira y Alicia Pierini, a los que homenajeó calurosamente.

Amor también adelantó la conformación de las subsecretarías que dependerán del secretario general. Livia Ritondo –que es la hermana kirchnerista del vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo- será la subsecretaria de Derechos Sociales. La Subsecretaría de Derechos Humanos y Seguridad será ocupada por María Graciela García; la Subsecretaría del Consejo del Trabajo será conducida por Néstor Saravia y el subsecretario de Deportes y Recreación será Marcelo Achile. Mónica Reyna será la Subsecretaria Legal, Técnica y Administrativa; Juan Balestretti será el Subsecretario de Asuntos Institucionales y Bárbara Rossen será la Subsecretaria de Derechos Urbanos y Medio Ambiente.

Amor, al trazar las líneas que guiarán su accionar, comenzó aclarando que “la intención nuestra es demostrar la continuidad de la Defensoría, porque nosotros no somos los fundadores”. Luego, expresó que “la Defensoría saldrá a la calle. Queremos que la gente nos acerque sus problemas, pero nosotros vamos a salir a buscarlos”.

Al definir la actitud que deberán guardar sus funcionarios, Amor habló de “austeridad y respeto para con todos los que se acerquen. Nosotros no somos periodistas para mirar los temas con objetividad. Nosotros nos haremos cargo de los problemas, porque la Defensoría no es neutral”.

Amor diferenció a continuación a la Defensoría, que, dijo, “es un organismo de la Constitución, no un ministerio de ningún Gobierno. Por eso, vamos a acompañar el proceso de descentralización abriendo una sede de la Defensoría en cada comuna”.

Posteriormente, el ombudsman expresó su “reconocimiento a los trabajadores de la Defensoría, que poseen un altísimo nivel de formación”, a los que alentó a que “exploten, que digan y hagan lo que sientan, aunque eso genere el debate interno, que es algo a lo que no hay que temer, incluso será bueno animarse a conducir a los que piensan distinto”.

Amor adelantó además que “estamos llegando a un acuerdo con el Gobierno nacional para que un lugar en el que se torturó y se asesinó -ubicado en Cevallos 628/630- funcione la sede de la Defensoría de Derechos Humanos. Además, vamos a abrir en Retiro –ya hicimos un acuerdo con TBA- una Defensoría del Turista, porque esa Defensoría, en la que José Palmiotti hizo un gran trabajo atendiendo a los turistas que andan por el centro, debe ser ampliada para atender a los viajeros que llegan de los países limítrofes para atenderse en un hospital o para trabajar en nuestro país”.

Finalmente, para sintetizar el espíritu de su gestión, Amor se refirió a “las palabras del Papa Francisco, que exhortó a los cristianos a abrir las puertas de las iglesias, pero no sólo para que entre la gente, sino para que los cristianos vayan a buscar a la gente. Eso es lo que vamos a hacer”, remató.

Algunas definiciones del nuevo Defensor

–         “La Defensoría va a salir a la calle, donde están los problemas de    la gente”, destacó Amor.

–         “Nuestra institución no debe ser ni el polo de oposición contra un gobierno ni el ministerio de un gabinete, debe asumir el rol que le otorga la Constitución, que es la defensa, protección y promoción de los derechos humanos”.

–         “La Defensoría no puede ser neutral, tiene que hacerse cargo de defender a las personas cuando sus derechos son vulnerados”.

–         “Vamos a acompañar el proceso de descentralización institucional de la Ciudad con mucha presencia en las quince comunas porteñas”.

–         “Vamos a ocuparnos de quienes arriban a la Ciudad provenientes del interior del país o de una nación limítrofe y sufren la vulneración de       alguno de sus derechos. También vamos a incrementar fuertemente nuestro trabajo institucional en las villas de emergencia”.

–         “Tenemos que hacernos cargo de los problemas de los vecinos y constituirnos en la herramienta que les permita resolverlos”.

–         “Trabajaremos con todos los organismos locales y nacionales que intervienen en el tema de las adicciones, para articular acciones en     conjunto para enfrentarla de manera sistemática e integral”.

–          “Al igual que el Papa Francisco instó a los sacerdotes reunidos en Río de Janeiro durante la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en 2013 a que ‘abran las puertas de las iglesias, pero no para que la gente entre, sino para que ustedes salgan a juntarse con ella’, el compromiso que asumimos al frente de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad es ganar la calle, para enfrentar los problemas que existen en la sociedad”.

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