Los propietarios de taxis presionan por un aumento de tarifas

Los propietarios de taxis presionan por un aumento de tarifas

Los propietarios de los taxis, agrupados en la FE.ME.PAT., solicitaron al subsecretario de Tránsito y Transporte del Gobierno porteño, Horacio Blot, un aumento en las tarifas. Argumentaron que la crisis del sector viene desde 1994, que se agudizó tras la devaluación y que desde 1992 no se incrementan las tarifas. Desde el Gobierno porteño adelantaron, sin embargo, que no habría aumentos. Las empresas de radio taxis quieren el incremento pero para marzo. Aún no está vigente la ley que prohíbe a los radio taxis efectuar descuentos


La Federación Metropolitana de Autos Taxis (FE.ME.PAT.) -que reúne a los propietarios de taxis- reclamó al Gobierno de la Ciudad que ponga en vigencia un incremento en la tarifa de este medio de transporte. Y afirman que, de no ser así, desaparecerá el taxi porteño.

Para sustentar este argumento la FE.ME.PAT. presentó un actualizado estudio de rentabilidad al Subsecretario de Tránsito y Transporte de la Ciudad, Horacio Blot. El mismo abarca el período comprendido entre diciembre de 2001 y noviembre de 2002 y señala que la explotación del taxi generó en ese lapso pérdidas de todo tipo.

"Esta situación tiene su origen en el año 1994 y alcanzó el punto más crítico en el período 2000-2001. Entre tantas razones, podemos señalar la impunidad del transporte ilegal como una de las más importantes. El quebranto se profundizó en los meses de diciembre de 2001 a noviembre de 2002 como consecuencia de los incrementos en los gastos de explotación. Tras la devaluación, unas 10.000 familias se han quedado sin sus lugares de trabajo", sostuvieron Enrique Celi y Héctor Colman -presidente y secretario de FE.ME.PAT.- a través de un comunicado que hicieron llegar a NOTICIAS URBANAS. Allí también recuerdan que las tarifas no se modifican desde 1992.

Sin embargo, en este momento, son pocas las posibilidades de que consigan el incremento, considerado impopular por el Gobierno porteño, sobre todo en un año electoral. Aunque Blot se encuentra de vacaciones, desde la Secretaría de Obras y Servicios Públicos adelantaron que no habría aumentos. Es más, en diciembre pasado el mismo jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, descartó de plano la posibilidad de elevar las tarifas durante una entrevista concedida al medio especializado "La Gaceta del Taxista".

Según el informe presentado por FE.ME.PAT, un taxímetro propulsado a gasoil sufrió un aumento en los costos de explotación del 57,43 por ciento mientras que aquellos que utilizan el GNC (gas natural comprimido) padecieron un incremento del 38,51 por ciento. También se recuerda allí que los taxis no cuentan con subsidios como otros medios de transporte. "Esta situación -aseguraron Celi y Colman- demuestra que es prácticamente imposible continuar con la prestación del servicio. De los 14.000 vehículos taxis gasoleros, unos 8.000 están paralizados, lo cual provoca la pérdida de más de 10.000 puestos de trabajo".

En el Gobierno porteño algunos estiman que un aumento de las tarifas no garantizaría que los taxis que están fuera de servicio vuelvan a funcionar porque entienden que también disminuiría el caudal de clientes. Este temor también se difunde entre las empresas de radio taxis. Fabián Cotone, integrante de la Agrupación Nuevas Empresas, que engloba a aproximadamente 35 compañías de este sector, afirmó a NOTICIAS URBANAS que, si bien están de acuerdo con el aumento planteado, consideran que éste no es el momento apropiado para hacerlo efectivo.

"A partir de una pequeña reactivación que tuvimos en noviembre y diciembre, creemos que podría pensarse en establecer un aumento para marzo, si las condiciones siguen mejorando. Realmente lo necesitamos, pero no queremos que termine por espantar a los clientes", concluyó Cotone.

VETO PARCIAL A LA LEY DE RADIO TAXIS

La ley 959 fue sancionada el 5 de diciembre de 2002. Allí se establecieron ciertas medidas a las que deberán adaptarse los radio taxis. Entre ellas figura la prohibición de otorgar rebajas en sus tarifas, consideradas por los propietarios y peones de taxis comunes como una forma de competencia desleal.

Sin embargo, la ley fue vetada parcialmente por el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, por una cuestión de forma, ya que la misma consideraba "servicio público" a los radio taxis cuando, según el veto, son "un servicio de radiocomunicaciones móvil terrestre integrado por una estación central y estaciones móviles de abonados".

El veto fue publicado en el Boletín Oficial del 30 de diciembre. Como la Constitución de la Ciudad prohíbe -en su artículo 88- la promulgación parcial de una ley sin el consentimiento de la Legislatura -que puede aceptar el veto con la misma mayoría que fue requerida para su sanción-, la norma aún no se encuentra vigente. Para su nuevo tratamiento habrá que esperar a que finalice el receso legislativo.

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