La máxima de Winston Churchill que la democracia es el peor de los sistemas, exceptuando a los demás, tiene más vigencia que nunca cuando se trata de contar votos para ocupar cargos.
Así, todo salió como se esperaba en la elección del Colegio Público de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires: Jorge Rizzo de Gente de Derecho, sigue siendo el gran ganador y la minoría la representan un conglomerado de radicales y abogados de los grandes estudios de la Ciudad nucleados en el conservador Colegio de la calle Montevideo.
Pero, ¿quién gano y quien perdió en esta elección detrás de los votos?
En primer lugar, claro, los ganadores. Rizzo viene ganado el colegio con nombre propio o nombre prestado cada vez que debe hacer el intervalo que marca la ley (Cozzi o López en este caso), y consolida su indiscutido liderazgo cada vez que se agregan al padrón los abogados matriculados en la Ciudad, pero con domicilio electoral en la Provincia de Buenos Aires.
Distinta son las elecciones para los Consejeros de la Magistratura, tanto Nacional como de la CABA.
Y aquí aparece el otro gran ganador de esta elección: el PRO de la mano del presidente de Boca, el Tano Angelici, o lo que es más realista, Angelici de la mano del Pro.
Hasta ahora el Pro, que siempre había tenido una participación marginal en la interna de los abogados, acompañando al colegio de Montevideo el sector más “gorila” del macrismo o a la Franja Morada el sector radical Pro. Ahora, cotizan en bolsa, no sólo por los votos que aportaron, sino por los que le restaron a la lista opositora.
La alianza sellada entre Rizzo y Angelici fue ganancia mutua: el “gordo” consolida su conducción y alcanza los dos tercios de los votos por primera vez y el “Tano” amplía su área de influencia en la interna judicial.
Juntos pueden empezar a diseñar las listas ganadoras para los Consejos de la Magistratura que se eligen este año.
Perdedores dentro de los ganadores, son los Pro que quedaron a mitad de camino: por un lado los que responden al diputado Federico Pinedo, como el legislador ex UPAU Héctor Guici, (Pinedo encima pierde también con la finalización del mandato de Fargosi en el Consejo Nación) y por otro el vicepresidente del Banco Ciudad, Juan Curuchet, que solía pisar fuerte en el sector de la derecha abogadillo. Ambos pierden influencia debido a su débil participación en la elección, ya que su corazón seguía estando con los de la calle Montevideo. La sangre azul tira…
Por el lado de la lista que obtuvo la minoría, con más del 30% de los votos, Cambio Pluralista, también hubo ganadores y perdedores, de cara a las elecciones que se vienen.
Si bien esta alianza logró ganar las ultimas elecciones a Consejeros magistratura tanto Nación como Ciudad, porque el padrón de abogados exclusivamente porteños los favorecía, la pérdida de los Pro (tanto radicales como de derecha) los aleja de retener la mayoría de los cargos que se renuevan. Sin embargo, los 5000 votos logrados casi exclusivamente con domicilio en la CABA, los coloca en la obtención segura de la banca por la minoría en el consejo Ciudad. Pero juntar a todo este conglomerado de radicales no alineados, la Franja Morada en sus diferentes expresiones y a la derecha, tanto los del colegio de Montevideo como los liberales de la vieja lista 52, no les resultará sencillo.
Quien pareciera haber quedado en mejor posición para aglutinar a gran parte de los sectores y retener la minoría segura, es la actual Consejera Ciudad Alejandra García, quien termina mandato y todos en Cambio Pluralista le reconocen su capacidad de articulación, quedando en posición de armado, lo que le permitirá seguramente, nominar su sucesor en la Ciudad. Claro que tendrá para ello ponerse de acuerdo con Saravia, Fonrouge y Lipera, referentes conservadores quienes mantienen una cantidad de votos (o empleados de grandes estudios con matrícula al día) nada despreciable.
Quienes quedaron seriamente heridos en esta elección por el lado de la minoría, son los hermanos Mas Vélez, Juan Pablo y Carlos. Siempre con apetencias electorales en estas lides, los Otrora jefes de la Franja Morada, parecen ver reducirse su influencia a la Facultad de Derecho de la UBA. La independencia de Angelici para armar con Rizzo la mayoría por un lado y la consolidación de García para armar la minoría por el otro, los deja ante la incómoda posición de volver a arreglar con el Tano, pero esta vez, ya no como protagonistas sino como acompañantes.
O emprender la alternativa testimonial, ese largo y doloroso camino que conduce indefectiblemente al llano.