El juego de Lilita

El juego de Lilita

La diputada había afirmado que estaba dispuesta a ser candidata a gobernadora. Pero quienes conocen de sus contactos con el macrismo señalan que en realidad aspira a ser la jefa de los fiscales.


Por Daniel Galvalizi

Elisa Carrió se las arregla siempre para mover el avispero, y días pasados agitó el tablero político al autopostularse para la provincia de Buenos Aires en pos de ayudar a mejorar la performance de su espacio, el Frente Amplio UNEN, en el mayor distrito del pais.

Sin embargo, en sus contactos con el Pro -partido con el que Carrió y algunos radicales quieren conformar una alianza más amplia- dejó trascender que no busca un cargo electivo para los próximos años sino convertirse en una especie de superfiscal que persiga a los denunciados por delitos de corrupción durante el kirchnerato.

“Ella lo que está pidiendo es que le aseguren la Procuradoría General de la Nación”, informó a NU un operador macrista, en lo que podría ser un retiro con gloria o, tal vez, una catapulta para pelear la Presidencia en 2019 con algo de gestión para mostrar.

En Mar del Plata, tras presentar su libro junto a los senadores Gabriela Michetti y Ernesto Sanz y el diputado Oscar Aguad, Carrió les dijo en privado a sus colegas que ella “estaba dispuesta a ser candidata a gobernadora si el problema para el espacio era no tener un candidato fuerte en Provincia”.

“Yo puedo ser candidata porque me compré una casa en Capilla del Señor”, les dijo Carrió, según comentó uno de los presentes a NU. Aunque después la diputada Margarita Stolbizer haya dicho que esa postulación no era posible por términos legales -en una réplica que sonó a defensa de su propio lugar ganado en el distrito-.

Igualmente, el precandidato bonaerense más fuerte, Miguel Bazze -mano derecha de Ricardo Alfonsín-, le dio la bienvenida a Carrió y la invitó a participar de las primarias provinciales.

Allegados a Carrió le bajaron el tono a una posible postulación de la diputada, aunque tampoco quedó claro cuál es la meta final de ella. La batalla por la gobernación -que improbablemente ganaría aunque lograse un segundo puesto porque en ese distrito no hay ballotage- sería compatible con el objetivo de la Procuradoría. Incluso, ser la superfiscal de la Nación podría hasta ser considerado un premio a ese sacrificio. El tiempo dirá.

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