Según un informe presentado por la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad, alquilar se ha transformado en una operación no tan conveniente tanto para inquilinos como para propietarios.
Es que la inflación y los ajustes que se suceden en consecuencia, se han convertido en el enemigo número uno de la actividad. Dado que hoy en día, el propietario que hubiera comprado un departamento usado en la Ciudad, a fines de 2013, necesitaría de 27 años para recuperar el dinero invertido.
Lo que representa un atraso de 9 años en relación al recupero esperable hacia fines de 2012.
Por otra parte, la situación de los inquilinos, esos mismos que recaen en el alquiler ante la imposibilidad de consolidar el sueño de la casa propia (ya sea por falta de crédito o insuficiencia de ingresos), no es la mejor.
Ya que cuando “arrimar” al crédito hipotecario parecía la meta para aquellos deseosos de independencia o de desarrollar un proyecto familiar, la verdadera utopía parece haberse trasladado a llegar a reunir el dinero suficiente como para alquilar un dos ambientes usado y sin mucho lujo.
Unidad tipo que representa al 46% de la oferta en el rubro.
Tal como informa el estudio del INDEC porteño, una pareja de asalariados con ingresos promedio ($ 13.045 ) necesitaría destinar alrededor de un 26% de los mismos para cubrir el pago mensual en concepto de alquiler. Por lo que ni siquiera vale la pena hablar del dinero que necesitarían en caso de querer ingresar a otra propiedad.
A su vez, no resulta menor tener en consideración que una familia tipo – sin contar alquiler y cobertura médica- necesita, como mínimo, de $ 8.201,46 para alimentarse, vestirse, mantener la higiene, hacer frente al costo de los servicios esenciales (agua, luz y gas) y transportarse a lo largo y ancho de la Ciudad, según informó el organismo porteño.
Vale destacar que en el último año, el precio del m2 para unidades de 2 ambientes aumentó un 18%. Mientras que para las de 3 ambientes, el ajuste fue del 11.
Estos valores resultan sensiblemente inferiores a la tasa de inflación observada para dicho período (26.6%) y estarían reflejando el aumento en la cantidad de unidades ofrecidas en alquiler.
Por lo que, en promedio, los precios más bajos de alquiler oscilan entre los 2.800 y 3.100 pesos. Como por ejemplo sucede en zonas como Flores, Villa Devoto, Monte Castro, Mataderos, Boedo, Barracas y otros. Mientras que en la zona norte y centro, los precios van desde los 3.400 a los 3.700 pesos.
Capítulo aparte es Puerto Madero, el barrio predilecto de la política, donde los alquileres son, por ejemplo, un 40% más altos que en Palermo. Pagándose así alrededor de 6.200 pesos, de media.
La mayor concentración de oferta se da en los barrios de la zona centro y norte, como Palermo (14%), Recoleta (8%), Belgrano (7%), Caballito (7%), Almagro y Villa Urquiza (6% en ambos casos).
En octubre de 2011, alquilar un dos ambientes en Capital tenía un costo promedio de 2.410 pesos. Mientras que hoy, la cifra asciende a los 3.460 pesos. Y la comparativa del mismo período, en base a unidades de 3 ambientes, muestra que el paso a raíz de los sucesivos aumentos llevó los valores estándar de los 3.713 pesos a los 4.779.
Asimismo, para una pareja con ingresos promedio, es mas costoso afrontar el alquiler de un departamento usado en las comunas 1 y 4 (donde deben destinar más del 35% de su ingreso), que lo que resulta en las comunas 6 y 13 (23% y 21%, respectivamente).
Aunque cabe destacar que la alta incidencia del alquiler en el ingreso en la Comuna 1 está dada por el alto valor de los alquileres, mientras que en la Comuna 4 se explica por los bajos ingresos.
Vivir sólo cuesta vida, decía una canción. Sin embargo, la economía no parece estar de acuerdo. Y se encarga de demostrarlo mes a mes.
Mientras tanto, el sueño de hoy es “llegar al dos ambientes”. Aunque sea alquilando y comiendo arroz.