La recordada tragedia en un depósito de Barracas, de febrero pasado, en la que fallecieron decena de bomberos y rescatistas sigue bajo la mira de de la Justicia. Ahora se le suma una denuncia de la AFIP por presunto lavado de dinero.
La empresa está bajo observación judicial por una serie de comportamientos e inconsistencias que caracterizan a los delitos de blanqueo de activos.
Con su casa matriz en Boston, el 98,8 por ciento de la filial argentina es propiedad de una firma que antes estaba radicada en las islas Caimán y desde el año pasado se encuentra en Luxemburgo (ambos paraísos fiscales). Además no se sabe quiénes son sus dueños y, a pesar de facturar entre 55 y 120 millones de pesos al año y contar con una plantilla de más de 300 empleados, nunca pagó Ganancias porque sus balances dan pérdidas.
Siete meses antes del incendio la AFIP había comenzado a investigar y el proceso de fiscalización se aceleró a partir de la tragedia. A su vez, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a cargo del fiscal general Carlos Gonella, había puesto el caso bajo la lupa para determinar qué tipo de información había en el depósito que se prendió fuego, publica Página 12.
Entre 2007 y 2014, la filial argentina recibió 17,8 millones de dólares y realizó pagos por 1,8 millones. Esto motivó que que la AFIP preguntara en su presentación judicial.
El ente recaudador realizó la denuncia en base a esos movimientos extraños y tras la emisión de cuatro Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) y una solicitud de información a las islas Caimán que aún no tuvo respuesta. El caso será investigado por el magistrado Sergio Torres, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal No 12.