Así como el Gobierno estatizó la empresa Ciccone para ocultar un gravísimo caso de corrupción que involucra al Vicepresidente de la Nación, ahora está en proceso de estatizar la Universidad de las Madres y su enorme deuda similar al desfalco de Hebe de Bonafini y los hermanos Schoklender.
Bajo la apariencia de promover la educación superior el Gobierno permite oculta la corrupción de organizaciones sociales afines. Al estatizar la Universidad, todos nosotros nos haremos cargo de otra deuda millonaria sobre la cual seguramente nadie dará explicaciones, y ni siquiera se las pedirán.
Se siguen creando universidades cuya calidad y necesidad son totalmente cuestionables. Ahora sumamos esta Universidad, que no parece acreditar nivel y donde incluso un grupo de sus docentes renunció recientemente por la falta de coherencia en las políticas de Derechos Humanos de Madres al apoyar a César Milani y su designación al frente del Ejército.
También el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, tendrá que dar explicaciones sobre este tema, ya que la renuncia de la senadora Gabriela Michetti a su lugar en la Comisión de Derechos y Garantías, dio lugar a que el oficialismo designara en su reemplazo a un oficialista y no un senador de otros partidos; y así obtener los votos para aprobar el tema en comisión.
Esto continua mostrando que el PRO y el Frente para la Victoria hacen acuerdos políticos que benefician a las organizaciones de Derechos Humanos amigas del gobierno y perjudican a las que no son afines, sin importarles realmente los derechos humanos, sino los acuerdos para satisfacer los intereses del gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires.