Hace poco más de un mes, los porteños se sorprendieron con una enorme carpa instalada por la Corriente Villera Independiente en la tradicional Plaza de la República, lindera al Obelisco. En ese momento, los activistas afirmaron que el reclamo era por una “vivienda digna” y para pedirle al Gobierno de la Ciudad que “declarara la emergencia habitacional”.
A 36 días del inicio del acampe, los activistas que llevan a cabo la protesta llamaron a una conferencia de prensa, en la que amenazaron con “radicalizar” el reclamo e incluso con “montar tantas carpas como villas hay en la Ciudad”. Anunciaron además que algunos de ellos harán huelga de hambre.
“Vamos a radicalizar la medidas, (Mauricio) Macri no quiere dialogar”, afirmó uno de los dirigentes en la rueda de prensa, al tiempo que advirtió que estudian como recurso “los cortes de calle”. En ese sentido, sostuvo que el próximo 7 de junio habrá un “congreso villero” en el que efectivamente habrá bloqueo de calles en la zona céntrica.
Al tomar la palabra, otro integrante de la Corriente Villera, afirmó que la carpa montada junto al Obelisco no tiene fecha prevista para ser levantada. “Si ésta tiene que ser la carpa del Mundial, lo será. Si tiene que ser la carpa de la primavera lo será. Si tiene que ser la carpa de las Fiestas, también”, desafió.
Más temprano, el jefe de Gobierno porteño afirmó que la protesta es una “extorsión”. “No representan a ninguna villa, aguantamos extorsiones hace años”, precisó Macri en declaraciones a Radio Vorterix.