El ex futbolista brasileño Ronaldo dijo que las autoridades deben reprimir las posibles protestas violentas que puedan surgir durante el Mundial e instó a la policía a “hacer caer las porras” sobre los vándalos.
Las huelgas y manifestaciones son habituales a dos semanas del partido inaugural del 12 de junio, ya que muchos brasileños que no ven beneficio alguno en el evento emplean el torneo como una oportunidad para dar a conocer un creciente abanico de quejas.
“Las protestas siempre son válidas (…) Pero en el momento en que aparecen vándalos enmascarados, la policía debe contenerlos”, dijo el jueves Ronaldo en un acto patrocinado por el diario Folha de Sao Paulo. “Creo que tienen que hacer caer las porras, sacarlos de las calles”, dijo.
La seguridad es uno de las principales preocupaciones del gobierno brasileño. Fernando Grella, un alto cargo de seguridad del estado de San Pablo, dijo que la Policía está reuniendo posibles casos delictivos contra un pequeño número de líderes de las protestas, que aseguró están considerando conspirar para “cometer actos violentos, romper cosas, hacer vandalismo y atacar a gente”.
La advertencia de Ronaldo llega días después de que dijera estar avergonzado por el fracaso de su país en terminar las infraestructuras prometidas, lo que desencadenó una fuerte respuesta de la presidenta Dilma Rousseff.
“Como dije a Reuters, mi vergüenza es en nombre de la gente que realmente esperaba estas grandes inversiones (…) reformas de aeropuertos, mobiliario urbano, todo lo que se prometió y no se cumplió”, dijo el jueves Ronaldo, miembro del comité organizador local.
SEMANA CALIENTE
La seguridad desvela al gobierno de Rousseff, quien personalmente decidió que el Ejército releve a la policía de la custodia de las delegaciones que competirán en el Mundial. La iniciativa se conoció el jueves, después de que el autobús en el que se trasladaba la selección verdeamarelha a su primer entrenamiento fuera interceptado por una manifestación de maestros en Río de Janeiro.
Poco después, una protesta en Brasilia en la que se unieron movimientos sociales con grupos indígenas terminó en una batalla entre éstos y la policía, en la que un oficial de caballería resultó herido con un flechazo mientras sus compañeros lanzaban gases lacrimógenos.
Por el momento, la FIFA no ha emitido declaración alguna sobre la creciente convulsión social que se vive en el país anfitrión de la Copa, donde ya ha arribado el primer equipo extranjero, Australia, que se aloja en Espíritu Santo.