De acuerdo con las últimas estadísticas del Hospital Fernández, cada vez son más los jóvenes que ingresan con cuadros de sobredosis y con casos aún más complejos. En 2013 se atendieron de urgencia cinco cuadros por día, en los que la mayoría tienen entre 16 y 20 años.
Según dijo a Clarín, Carlos Damin, jefe de toxicología del Hospital Fernández y director de FundarTox, “a mediados de los años 90, las sobredosis aparecían entre los 31 y los 35 años pero hoy la edad bajó drásticamente: la mayor parte de los que llegan a la guardia de los hospitales por esto tienen entre 16 y 20 años”.
A estos datos hay que sumarle los jóvenes que llegan en estas condiciones a los otros 12 hospitales de la Capital, de los cuales no hay estadísticas oficiales. Muchos de ellos ingresan tras un accidente de tránsito y son registrados como internados “por politraumatismos” y no por consumos de drogas. “No son sólo varones: la cantidad de chicas en esta franja ya es casi igual a la de varones”, comparó Damin.
“Pero no sólo bajó la edad sino que los cuadros se han agravado mucho: ahora consumen drogas más potentes, como ‘La Bomba’ o el Cristal, y llegan a la guardia con alteraciones psiquiátricas, agitaciones psicomotrices e incluso con convulsiones”, añadió el profesional.
Pero el problema no sólo se remite a la edad de los internados. También los cuadros presentan consumo de drogas cada vez más potentes. “Por un lado, hay drogas o combinaciones nuevas cada vez más agresivas. ‘La Bomba’ es un ejemplo: envuelven las anfetaminas en resina de marihuana y arman una especie de caramelo, de ahí el nombre de ‘bomba’: tanto el envoltorio como su contenido tienen drogas activas. El problema es que las anfetaminas anestesian la boca y cuando tienen convulsiones se cortan tanto que llegan a la guardia con la lengua colgando”, reveló Mónica Nápoli, toxicóloga del Hospital Santojanni.
“Llegan chicos incluso de primaria. Si reciben un tratamiento adecuado y a tiempo salen pero algunos, después de una sobredosis así, pueden morir o quedar con secuelas neurológicas y cardiológicas. Una sobredosis de cocaína, por ejemplo, puede causar un ACV”, añadió.
Además, revelaron que el 53% de las sobredosis que atendieron en 2013 en el hospital porteño fue por exceso de alcohol, muchas veces mezclado con cualquier tipo de sustancia, como remedios.