Tras el conflicto que se desató por el aumento de la producción de la planta de celulosa UPM (ex Botnia), el canciller Héctor Timerman aseguró este lunes que “se han agotado ya todas las posibilidades de seguir dialogando” con Uruguay para reclamar y ratificó que el Gobierno acudirá a la Corte Internacional de La Haya para exigir que se dé marcha atrás con esa medida.
“Hace cuatro años estamos negociando con los uruguayos sin lograr un solo avance en ese sentido”, señaló el funcionario y agregó: “Tomaremos las decisiones que tengamos que tomar”, advirtió.
Timerman destacó que “la Argentina ha publicado ya los datos de los científicos argentinos que están monitoreando la situación en el río Uruguay, demostrando que hay una contaminación importante”.
“Es obvio que la situación de Botnia es contaminante, ya lo han demostrado todos los científicos. El problema es político: cuál es la influencia de Botnia sobre la realidad uruguaya. Ahí está el problema”, manifestó en declaraciones radiales.
Además, el canciller subrayó: ” Creemos que Botnia debe ajustarse a los lineamientos del estatuto del río Uruguay que es claro respecto de la contaminación, y es responsabilidad del gobierno uruguayo que lo haga”.
El domingo, la Cancillería de Uruguay pidió abrir el diálogo con el gobierno argentino tras las quejas por la autorización al aumento de producción a la pastera finlandesa, y señaló que está dispuesto a “negociar sin dilaciones”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Luis Almagro, envió a Timerman una misiva en la que asegura que “en modo alguno” la decisión de permitir el incremento de la producción de la planta “debe verse como un gesto inamistoso”.
La semana pasada Timerman había calificado como “inamistosa” la determinación del gobierno oriental de habilitar un aumento de la producción de la pastera finlandesa.