El fallo a favor del recurso de amparo presentado por Garate -diputado por la Sexta Sección- en Tres Arroyos envalentonó al Frente Renovador para llevar a un nivel provincial la judicializiacón del problema de los cupos de comida en los comedores escolares bonaerneses.
Según informó el FR, el escrito fue ingresado esta mañana en el Juzgado de Garantías Nro 6 de La Plata, a cargo de Fernando Mateo. Garate encabezó la acción, acompañado por el consejero general de Educación del massismo, Néstor Jano.
Con el amparo en curso, el juez tiene 24 horas para decidir sobre la procedencia de la medida cautelar solicitada para restituir los cupos de los comedores en todos los distritos de la Provincia, que según el FR, el gobierno provincial decidió “recortar en forma arbitraria”.
“Hicimos la presentación en el marco de la defensa de los derechos de los chicos, para frenar a (Daniel) Scioli en su intento de ajustar sobre los que menos tienen. El gobernador no puede decidir quién come y quién no en las escuelas”, dijo Garate.
Fuentes del massismo informaron a Noticias Urbanas que el conflicto por los cupos -que ya lleva varias semanas denunciando- recrudeció en los últimos días, con la deuda de 9 meses que mantiene La Plata con los proveedores y que intentará pagar esta semana con mil millones de pesos en bonos, lo que derivó en el malestar de quienes suministran los alimentos, muchas veces pequeños empresarios del interior. La misma fuente señaló que el bloque podría avanzar con el pedido de interpelación al ministro de Desarrollo Social, Eduardo Aparicio.
A principios de mes, la diputada provincial Mónica López había reclamado que el ministro (que ocupa la cartera desde el año pasado) se haga presente en la Legislatura para explicar la situación.
Sin embargo, desde La Plata las aclaraciones a las denuncias provinieron de un funcionario de segundo rango, el subsecretario de Políticas Sociales, Sergio Berardi, quien desmintió que haya habido un ajuste en las partidas (las cuales nominalmente en pesos se incrementaron, aunque habrían disminuido la cantidad de porciones).
“Nos pusimos a realizar un diagnóstico del Sistema Alimentario Escolar (SAE), conversamos con los actores de la comunidad educativa, atendimos inquietudes y allí que las variables que hacían funcionar el programa estaban todas desvirtuadas, tanto las de cupo, como las de valor económico, de los menús, de precios y de pagos, esto motivado en una deuda”, explicó.
Además, apuntó a los consejos escolares, quiene son “los que administran el dinero que la Provincia gira”.