El 19 de octubre de 2013 un tren del Sarmiento chocó contra la estación de Once. Se revivieron entonces imágenes de la tragedia del 22 de febrero de 2012 cuando en el mismo lugar hubo 51 muertos y más de 700 heridos. En el segundo choque no hubo muertos aunque hubo un saldo de 105 heridos. El conductor del tren, Julio César Benítez, fue procesado por el juez Ariel Lijo por el delito de descarrilamiento culposo y, además, por haberse quedado con el disco rígido donde se almacenaba la filmación de la cámara que registró la actividad del motorman en aquel viaje.
La apelación de ese procesamiento llegó a la Sala II de la Cámara Federal integrada por los jueces Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah quienes confirmaron la resolución de Lijo. Los camaristas señalaron que durante la investigación se demostró que el tren corrió a más velocidad de la permitida en diversos tramos del viaje entre Moreno y Once. Lo que desvirtuó el argumento de la defensa de Benítez que adujo que probablemente el motorman había padecido alguna “situación física o psíquica” que no le permitió realizar bien su tarea al momento de frenar en la estación de Once. Los jueces ratificaron el procesamiento de Lijo contra Benítez por el choque del tren y por haberse quedado con el dispositivo que guardaba la filmación del viaje.
Los camaristas, que también intervinieron en la causa de la Tragedia de Once, que ahora se encuentra en juicio oral y público, hicieron algunas consideraciones sobre el funcionamiento del sistema ferroviario, en virtud de lo que analizaron en los dos expedientes por los choques.
Luego de las críticas a cómo funciona el sistema ferroviario le encomendaron a Lijo que “ponga nuevamente en conocimiento de las autoridades y responsables de la operación del servicio ferroviario la necesidad de adecuar las funcionalidades del servicio a condiciones de operatividad efectiva que garanticen suficientemente la seguridad de sus pasajeros”.
Para finalizar, los camaristas pidieron que se determine mediante un estudio si el paragolpes de la estación Once, fabricado en 1961 y colocado meses antes del segundo choque, funciona de manera adecuada.