La Sala I de la Cámara Federal porteña confirmó que, por falta de pruebas, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, no irá a juicio oral y público en la causa por escuchas telefónicas ilegales. De esta manera, el Tribunal confirmó lo que había resuelto el juez Sebastián Casanello.
La decisión de Casanello había sido apelada por el fiscal federal Jorge Di Lello ante la Cámara, que ahora avaló lo resuelto por el magistrado. En la causa hay una decena de acusados, entre ellos el espía Ciro James, que irán a juicio oral.
Macri había sido procesado por el juez Norberto Oyarbide, quien estuvo a cargo del juzgado que ahora maneja Casanello. En mayo de 2010, Oyarbide consideró probado que Macri formaba parte de una estructura que se dedicaba al espionaje ilegal. Se lo acusó de haber espiado a su cuñado Néstor Leonardo.
Meses después, la Sala I de la Cámara Federal confirmó el procesamiento dictado por Oyarbide y señaló que Macri “conoció y prestó su consentimiento para instalar, en el ámbito del Gobierno porteño, un aparato de inteligencia prohibido, del cual se habría servido”.
El caso fue elevado a juicio por Oyarbide en 2012 pero en marzo pasado Casanello, a cargo del juzgado desde octubre de 2012, decidió que Macri quedaba fuera de la elevación a juicio. El magistrado consideró que el cierre de la instrucción dispuesto por Oyarbide fue “prematuro”, ya que no se encontró una “prueba concreta” que permita sostener que Macri haya ordenado espiar a su cuñado, Leonardo, ni al familiar de víctimas del atentado a la AMIASergio Burstein.
El juez había dicho que no estaba demostrado que Macri el hubiera armado una “asociación ilícita” destinada al espionaje clandestino. El mandatario porteño sostuvo siempre que la causa estuvo armada por el kirchnerismo para perjudicarlo.